Se trata -explica Peterlin- de un fenómeno poco común en nuestras latitudes, que en cualquier caso ya se pudo observar en los Dolomitas el pasado 10 de mayo. Después de la ola de mal tiempo de los últimos días, anoche el cielo estaba especialmente despejado y, por tanto, se pudieron observar auroras boreales también desde Oltradige y el valle del Adigio, como lo confirman varias fotografías difundidas en las redes sociales".
Fue, el fotógrafo Gianvito Coco, quien inmortalizó ayer la extraordinaria aurora boreal sobre los Dolomitas. "La tarde del 10 de octubre, desde la cima del Plan de Corones, una de las vistas más evocadoras de los Dolomitas, era posible admirar un espectáculo raro y extraordinario: la aurora boreal. A pesar de las nubes que cubrían el valle de Brunico y San Vigilio di Marebbe, la cumbre ofrecía una visión clara del fenómeno, con ondas de luz verde y violeta bailando en el cielo nocturno", escribió el fotógrafo.
"Las imágenes captan la magia de ese momento: un entrelazamiento del paisaje montañoso y las luces celestes, una experiencia poco común en estas latitudes, que transformó la noche en un evento inolvidable", concluyó Coco.
La aurora polar (aurora polaris) es un fenómeno atmosférico que se presenta en ciertas regiones del planeta, en el cielo nocturno de ciertos períodos anuales. Se caracteriza por la aparición de luces de colores en formas alargadas sobre el firmamento.
Ocurren cerca de los polos y se llaman auroras boreales si se producen en el hemisferio norte. Aquellas que ocurren en el hemisferio sur se denominan auroras australes. Este fenómeno ha intrigado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, y fue asociado a serpientes o dragones que surcaban el cielo, o a dioses particulares.
Su estudio científico inició en los siglos XVII y XVIII, hasta descubrir que se trata de partículas eyectadas por el Sol en sus combustiones periódicas y que se estrellan contra la magnetósfera de nuestro planeta.
En 1896 el físico noruego Kristian Birkeland logró reproducirlas en laboratorio, facilitando enormemente su comprensión.
Una aurora se produce cuando las partículas solares cargadas eléctricamente (generadas por el viento solar) chocan con la magnetosfera de la Tierra. Esta "esfera" que nos rodea obedece al campo magnético generado por el núcleo de la Tierra, y está formada por líneas invisibles que parten de los dos polos, como en un imán.
Además, existen fenómenos muy energéticos, como las fulguraciones o las eyecciones de masa coronal, que incrementan la intensidad del viento solar. Cuando esta masa solar choca con nuestra esfera protectora, estas radiaciones solares, también conocidas como viento solar, se desplazan a lo largo de dicha esfera. Las auroras se ven principalmente en un cinturón alrededor del Polo Norte magnético, la llamada 'zona aural' que comprende Escandinavia, Islandia, el extremo sur de Groenlandia, Alaska y Canadá. Aunque esporádicamente el fenómeno puede aparecer en otros puntos, como ocurrió en Italia anoche.
Justamente, este jueves, millones de personas en cientos de ciudades disfrutaron de un espectáculo poco habitual para sus latitudes. El fenómeno en el cielo se observó en numerosas zonas de Estados Unidos y Europa.
En Estados Unidos, las luces del norte, o aurora boreal, llegaron inusualmente lejos al sur, a Alabama, Mississippi, Texas, Arizona, Carolina del Sur, Nueva York, Idaho, Illinois y Oregón.
Uno de los hechos más notables de esta aurora fue su visibilidad en varias regiones de Europa, un evento que no ocurría con frecuencia en las últimas décadas. Países como Suiza, Polonia, Dinamarca y las Islas Canarias de España reportaron la aparición de estas luces brillantes y ondulantes en el cielo.
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