El presidente peruano lo había decretado para Lima y la vecina ciudad portuaria de Callao, luego de una serie de violentas protestas que estallaron el lunes contra el aumento en el precio de los combustibles.
El ministerio del Ambiente (MINAM) de Perú refirió que "la nueva estimación" del petróleo vertido en el mar de Ventanilla, podía ser más del doble del cálculo inicial, ascendiendo a 11.900 barriles.