(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 24 MAG - Bandas del crimen
organizado están usando cada vez más armas de guerra en su
intento por ganar territorios en México y consolidarse luego de
más de 15 años de violencia ascendente en este país, luego que
el gobierno lanzó su ofensiva a fondo contra la delincuencia.
En especial el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el
más poderoso del país, está usando al estado sureño de Michoacán
como zona de prueba para perfeccionar sus drones artesanales, a
fin de combatir a sus rivales en la volátil región de Tierra
Caliente, señalan testimonios de grupos de autodefensa.
Videos de la Policía Comunitaria de Tepalcatepec revelaron
que los criminales emplean este tipo de pequeñas naves no
tripulados para grabar sus acciones con otros drones cuando
sobrevuelan ciertas zonas y atacan por sorpresa a grupos
armados, que se desplazan en convoy o mantienen campamentos en
ciertas zonas.
En algunas de las imágenes dadas a conocer en las redes
sociales, se observa cómo se lanza un artefacto explosivo contra
una caravana de cinco furgonetas que viaja a través de un camino
sin pavimentar.
En otro video también se aprecia a dos personas que salen
corriendo tras ser atacadas unas tiendas de campaña donde
mantienen un puesto de vigilancia.
El CJNG también ha sembrado de minas numerosos poblados y
zonas agrícolas que impiden a muchos campesinos regresar a sus
tierras de cultivo y ya han provocado muertos y heridos.
Por ejemplo, en febrero pasado un campesino identificado
como Cristóbal murió al pisar accidentalmente una mina artesanal
mientras realizaba labores de labranza y su hijo no identificado
resultó herido de gravedad en el municipio de Aguililla.
Un mes antes, una mina detonó cuando un convoy militar
realizaba un recorrido por una "brecha" (camino rural) en
Apatzingán y varios soldados reusltaron heridos de gravedad.
Luego de estos episodios, fuerzas federales y locales de
seguridad realizan acciones para detectar minas artesanales en
la región de la Tierra Caliente por medio de escuadrones
antibombas.
El ministerio de la Defensa ha señalado que ha encontrado
varias minas artesanales en al menos media docena de poblados y
aldeas de Aguililla y Tepalcatepec, principalmente, en parcelas,
ranchos y caminos, camuflados entre la maleaza.
Las minas suelen realizarse con un tubo de metal estriado de
una pulgada de grosor o de PVC, los cuales se rellenan de
pólvora y fragmentos de tubos metálicos.
Las estrías de los tubos provocan que se esparzan esquirlas
al momento del estallido, causando más daño que las granadas de
fragmentación.
Romain le Cour, analista en temas de violencia de la
organización México Evalúa, señaló al diario Reforma que los
delincuentes están perfeccionando el uso de drones con métodos
tan básicos como el uso de vasos desechables que sirven como
paracaídas para que los explosivos caigan en forma más precisa.
El uso de drones es regulado desde 2017 por el ministerio de
Comunicaciones y Transportes, y cada vez se usa más con fines
recreativos, de cartografía, seguridad, investigación,
publicidad, periodismo o para atender emergencia.
La Dirección General de Aeronáutica Civil prohíbe operar
estos aparatos en zonas restringidas, para transportar
mercancías peligrosas, sustancias prohibidas, armas, explosivos,
u operar en lugares abiertos o cerrados donde se reúnan más de
12 personas.
Además, deben ser operados dentro de las horas oficiales
entre la salida y puesta de sol y el piloto debe ser capaz de
ver la aeronave durante todo el vuelo con el fin de saber su
localización, actitud, altitud y dirección.
Los drones son adquiridos por los delincuentes en el mercado
legal e incluso se los lleva a sus propias viviendas o negocios
por medio de empresas de distribución vía digital como Amazon.
El uso de drones se ha convertido en un verdadero dolor de
cabeza para las fuerzas de seguridad del gobierno, en momentos
en que la violencia ascendente arroja ya desde fines de 2006 al
menos 355.000 muertos y más de 100.000 desaparecidos. (ANSA).
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