La nueva amenaza nuclear que llega de Moscú preocupa al papa Francisco, que vuelve a hacer un llamamiento para que el mundo siga caminos de paz y de diálogo.
"Hoy aparece en los periódicos esta última amenaza", dijo el Sumo Pontífice refiriéndose a la hipótesis del uso de armas nucleares.
"Esta situación", subrayó Jorge Bergoglio en un encuentro interreligioso con una delegación de Irán, "nos impulsa a nosotros, creyentes en el Dios de la paz, a rezar y trabajar por el diálogo, la reconciliación, la paz, la seguridad y el desarrollo integral de todo el género humano".
El pensamiento del Pontífice se dirige en particular a Ucrania, asolada por 1.000 días de conflicto bélico.
"Un acontecimiento trágico por las víctimas y la destrucción que ha causado, pero al mismo tiempo un desastre vergonzoso para toda la humanidad", subrayó el Papa en la audiencia general.
Entre los fieles presentes en la plaza se encontraba también la esposa del presidente ucraniano, Olena Zelenska, que se reunió en privado con el Pontífice, después llevó su abrazo a los niños ucranianos hospitalizados en el Bambino Gesù y finalmente asistió a la misa celebrada por el cardenal Matteo Zuppi en la basílica de Santa María en Trastevere.
El Cardenal Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, enviado del Papa para la paz en Ucrania, pidió más solidaridad para el atormentado país y recordó el incesante trabajo de algunas organizaciones, entre ellas la Comunidad de Sant'Egidio.
A continuación, pidió "el coraje de no detenerse para perder, sino para ganar a través de la negociación y resolver las causas antiguas y recientes que han producido tanta violencia".
Zuppi recordó también «la responsabilidad de la comunidad internacional, y en esto pienso en particular en Europa, que nació precisamente para imaginar la impensable paz entre pueblos que se habían combatido durante siglos, una comunidad internacional que no es solo de los que tienen el poder y el deber de decidir, sino de todos, en esa presión para crear condiciones nuevas, fuertes, claras para encontrar soluciones, justas y dentro de la ley. Hay que hacer mucho más y con más valentía. El Papa Francisco no deja de pedirlo».
Al final de la misa, a la que también asistió la hija del Presidente de la República, Laura Mattarella, Zelenska dio las gracias a todos los que apoyan a su país: «Os doy las gracias de todo corazón, a ustedes que están ayudando a Ucrania a ganar la guerra", "una guerra no solo contra nuestro Estado y nuestra identidad, sino también contra todos los valores europeos", "contra la paz como principio de convivencia".
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