CIUDAD DEL VATICANO, 8 (ANSA) - El papa Francisco manifestó
hoy su enorme preocupación por las noticias procedentes de El
Salvador, país por el cual pidió paz, mientras recordó el horror
de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki al cumplirse
70 años de la tragedia nuclear. "Sigo con viva preocupación las noticias que llegan de El
Salvador, donde en los últimos tiempos se agravaron los
problemas de la población a raíz de la carestía, de la crisis
económica, de agudas diferencias sociales y de la creciente
violencia", dijo Jorge Bergoglio al término del Angelus
dominical. "Aliento al querido pueblo salvadoreño, agregó el Pontífice,
a perseverar unido en la esperanza y exhorto a todos a rezar
para que en la tierra del beato Oscar Romero vuelvan a florecer
la justicia y la paz".
El Pontífice recordó, además, las bombas atómicas contra las
ciudades japonesas de Hiroshima y Nagaski lanzadas hace siete
décadas por Estados Unidos. "Un trágico evento, prosiguió el Pontífice, que suscita aún
horror y repulsión y constituye una advertencia perenne a la
humanidad para que repudie para siempre la guerra y toda arma de
destrucción de masa". "De cada tierra se levante una única voz: no a la guerra y a
la violencia, y si al diálogo y a la paz", subrayó.
"Hace 70 años, el 6 y el 9 de agosto de 1945, tuvieron lugar
los tremendos bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki",
recordó Francisco, tras recitar el Angelus dominical. "A distancia de tanto tiempo", esa tragedia "se ha convertido
en el símbolo del desmedido poder destructivo del hombre cuando
hace un uso distorsionado de los progresos de la ciencia y de la
técnica, y constituye una perenne advertencia a la humanidad,
para que repudie para siempre la guerra y prohíba las armas
nucleares y toda arma de destrucción de masa", afirmó. "Este triste aniversario -dijo el Papa aplaudido por la
multitud- nos llama sobre todo a orar y a empeñarnos por la paz,
para difundir en el mundo una ética de fraternidad y un clima de
serena convivencia entre los pueblos". "De toda tierra se levante una única voz: no a la guerra y a
la violencia y si al dialogo y a la paz", reiteró el Pontífice
con voz acongojada, y de nuevo aplaudido por los peregrinos
reunidos en plaza San Pedro. "Con la guerra siempre se pierde, él único modo de ganar una
guerra es no hacerla", concluyó Francisco.
Durante el Angelus, el Papa afirmó que "no basta encontrar a
Jesús para creer en él, no basta leer la Biblia, el Evangelio;
eso es importante pero no basta. No basta ni siquiera asistir a
un milagro...."
"Tantas personas estuvieron en estrecho contacto con Jesús y
no le creyeron, por el contrario, incluso lo despreciaron y lo
condenaron", afirmó comentando las lecturas litúrgicas de hoy.
"Esto porque su corazón estaba cerrado a la acción del
Espíritu de Dios. Y si el corazón está cerrado, la fe no entra",
aseguró. "En cambio, la fe, que es como una semilla en lo profundo del
corazón, se abre cuando nos dejamos atraer por el Padre hacia
Jesús y vamos a él, con ánimo abierto, sin prejuicios; entonces
reconocemos en su rostro, el rostro de Dios y en sus palabras,
la palabra de Dios", subrayó el Pontífice.
PK/MRZ
09/08/2015 18:36
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