Por Alberto Ferrari
BUENOS AIRES, 31 (ANSA)- El próximo 20 de junio se cumplirán
cuarenta años del mayor rescate pagado en la historia, cuando el
empresario argentino Jorge Born fue liberado a cambio de 60
millones de dólares recibidos por la organización guerrillera
Montoneros, cifra que de acuerdo a la inflación de Estados
Unidos equivale a 260 millones de dólares de hoy. La historia del aquel secuestro ha sido investigada por la
periodista Maria O 'Donnell, quien se propone el 20 de junio
venidero convencer a Jorge Born de retornar a la casa donde
funcionó la "cárcel del pueblo" en la zona norte del Gran Buenos
Aires, y donde el empresario estuvo retenido durante nueve
meses. La autora realizó ese anuncio durante la presentación de su
ensayo "Born", realizado en la sede de la revista Anfibia, de la
Universidad Nacional de San Martín.
O'Donnell explicó que se interesó por ese secuestro "cuando
investigaba el financiamiento de los partidos políticos y varias
fuentes que habían militado en Montoneros me confirmaron que la
organización había contribuido con un millón de dólares en 1989
a la campaña electoral de Carlos Menem a cambio de la promesa de
que indultaría a los jefes guerrilleros". Mario Firmenich y otros jefes de Montoneros estaban detenidos
desde el gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989) junto a los ex
miembros de la dictadura militar y el presidente Carlos Menem
indultó a todos en diciembre de 1990.
La periodista consiguió que Jorge Born, de 81 años, aceptara
revivir aquel secuestro por primera vez, pues desde entonces
existió -y existe- un pacto de silencio entre los miembros de la
familia, su mujer y sus hijos para no hablar del pasado. Pese a la suma fabulosa, "Jorge Born padre no tuvo que vender
ninguna de sus compañías para pagar el secuestro" en virtud de
la enorme fortuna de su empresa familiar, con filiales en
Amberes, Londres y París y cuentas bancarias en Suiza, explicó
O'Donnell. La empresa familiar Bunge & Born poseía medio millón de
hectáreas, decenas de compañías dedicadas a la agroindustria y
las exportaciones, la mayor textil del país, Grafa, y "la mitad
de los alimentos que consumían los argentinos en la década del
70 se producían en sus fábricas", apuntó O'Donnell. Algunas de las marcas tradicionales de Bunge & Born se
comercializan aún en el mercado argentino, pero la empresa en la
década del 90 fue transferida a un holding internacional con
sede legal en Bermudas. Jorge Born padre "era un belga protestante que le había dado
una educación muy rígida a sus hijos, a quienes mandó al Colegio
Nacional (público) de Buenos Aires, hacia donde viajaban en
transporte público a las 6 de la mañana desde la zona norte",
contó la autora. "Durante cuatro meses y medio (el padre de los hermanos
cautivos) se negó a negociar con Montoneros", explicó O'Donnell. "Los Montoneros tuvieron que secuestrar a los Born porque
habían retornado a la clandestinidad después de la muerte del
presidente (Juan Domingo) Perón y necesitaban fondos para
sostener su estructura", ante el avance de las bandas de
ultraderecha de la Triple A que secuestraban y asesinaban a sus
militantes, apuntó O'Donnell. Uno de los episodios que relata el libro es que la relación
entre Jorge Born y sus custodios se tornó menos tensa a partir
de la noche del 30 de octubre de 1974, cuando juntos vieron la
pelea por el Campeonato Mundial de los pesos completos entre
Muhammad Alí y George Foreman en Zaire. "Jorge Born les apostó que ganaba Alí, aunque en realidad no
tenía nada que apostar, y sus captores bajaron con un televisor
blanco y negro a la celda de dos por tres metros donde lo tenían
cautivo para ver la pelea, los tres, sentados en la cama", contó
durante las entrevistas.
"Un dictador africano había puesto cinco millones de dólares
de bolsa para que la pelea se hiciera en Zaire y en estos
momentos Montoneros le estaba pidiendo ¡100 millones a Born
padre para liberar a sus hijos¡", comparó.
O'Donnell reconoció que Born le generó "simpatías" durante
las entrevistas pero "tampoco es un héroe porque estuvo nueve
meses en una celda bajo tierra".
"Cuando Montoneros lo somete a juicio político durante el
encierro, desnuda la doble moral de los empresarios argentinos y
confiesa como consolidaron sus negocios pagando coimas y
sobornos a funcionarios públicos y dirigentes sindicales",
afirmó la periodista.
AEF/MRZ
31/05/2015 20:06
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