BUENOS AIRES, 18 (ANSA) - El desde hoy ex zaguero Eduardo
Domínguez, yerno de Carlos Bianchi, decidió seguir los pasos de
su suegro y a los 36 años "colgó los botines" para asumir como
entrenador de Huracán, donde jugó hasta el pasado fin de semana. Domínguez llegó a un acuerdo con los dirigentes del "Globo" y
ofrecerá mañana su primera conferencia de prensa como DT del
plantel que integró hasta hace pocas horas y que dirigió hasta
el sábado Néstor Apuzzo. El propio Apuzzo, que tras la derrota por 3-0 frente a Nueva
Chicago renunció al cargo como consecuencia de una racha
negativa que opacó la conquista de la Copa y de la Supercopa
Argentina en la pasada temporada, había elogiado a su sucesor. "Tiene cualidades para ser entrenador", decía Apuzzo hace
pocos meses, entusiasmándose incluso con la idea de formar dupla
técnica en el futuro con Domínguez, quien finalmente terminó
sucediéndolo en el cargo. Fue tras una reunión que mantuvo con el presidente del club,
Alejandro Nadur, con quien acordó su desvinculación como jugador
(su contrato vencía a fin de año) para asumir las riendas de un
plantel que lo tiene como referente. En esa certeza, afirman fuentes cercanas a Nadur, se sustentó
el titular del club para confirmarlo como entrenador pese a la
resistencia de otros integrantes de la comisión directiva a los
que la opción Domínguez no los convencía. Es más, a muchos fanáticos "quemeros" más que no
convencerlos, la posibilidad de que Domínguez se convierta en
entrenador del plantel no sólo no los seduce, sino que incluso
los irrita. Estos hinchas ven a Domínguez como la razón de todos los
males que afectan actualmente al plantel de Huracán, a pesar de
que fue sin dudas uno de los referentes del equipo que logró el
ascenso y dos títulos después de 41 años en la pasada temporada. "Es un camarillero", afirman en la tribuna esos mismos
aficionados, mientras que al conocerse la noticia, otros
salieron a criticar la decisión de Nadur en la página oficial
del club en la red social Facebook. "Le dieron a cuidar las ovejas al lobo", afirmó un usuario
"quemero", mientras que otro comentó con menos ironía: "Este
señor maneja el club a su antojo. Echó a cuatro técnicos y debió
haber sido expulsado". Acusaciones que no son nuevas, pues se dice que Domínguez
conforma el núcleo duro del plantel que toma decisiones y pelea
por los premios con los dirigentes junto con Carlos Arano y
Patricio Toranzo, otros dos "veteranos". Días atrás, en diálogo con el diario "La Nación", Domínguez
se defendió de esas acusaciones afirmando: "Cuando estaba Frank
Kudelka también decían que yo quería ser su sucesor, pero no era
cierto". La referencia apuntó al técnico que "resucitó" a Huracán en
la segunda división y lo encaminó hacia el título en Copa
Argentina antes de ser reemplazado por Apuzzo, que logrando el
ascenso y ese título se quedó con los laureles. "Yo me saqué de encima la fama de camarillero con trabajo y
honestidad. Lo importante es que mis compañeros saben quién soy
y eso me deja tranquilo", comentó Domínguez, que supo ser
subcampeón con Huracán en el Torneo Clausura local en 2009. Fue tras una sospechada derrota como visitante de Vélez
Sarsfield (club en el que también jugó) en la última fecha y con
un polémico arbitraje de Gabriel Brazenas, quien después de ese
partido nunca más volvió a dirigir. "Ese partido me enseñó que no siempre gana el mejor, pero ya
está, ya pasó", comentó al respecto Domínguez, quien por
entonces era dirigido por Angel Cappa y luego pasó a jugar en
All Boys y Atlético de Rafaela antes de regresar a Huracán. Consultado sobre si le pedirá consejos a su suegro (Bianchi
fue el técnico más ganador en la historia de Boca Jrs y también
en la de Vélez), Domínguez aclaró: "Tratamos de no meternos en
la vida profesional de cada uno". "Si Bianchi, que es el suegro, no lo llevó con él a ningún
equipo, por algo debe ser...", sugieren sus detractores. Habrá
que ver cómo lo recibe el público de Huracán el próximo domingo
en el estadio Tomás Adolfo Ducó. Allí tendrá Domínguez su primera prueba de fuego ante los
hinchas y ante Lanús, un rival de cuidado en el camino de un
Huracán que tiene por delante un calendario complicado para sus
aspiraciones de mantener la categoría. Con sólo dos equipos por debajo en la tabla de promedios del
descenso, uno de ellos su último "verdugo", Nueva Chicago, que
ganó por primera vez en 20 fechas, la tarea de Domínguez no se
anuncia sencilla. Por lo pronto, seguirá los pasos de otros colegas que
asumieron las riendas de un equipo del que apenas se retiraban,
algo que hizo Claudio Ubeda, también con Huracán en 2007, o
Diego Simeone, con Racing Club apenas un año antes. (ANSA).
RFL/MRZ
19/08/2015 00:43
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