Por Alberto Ferrari BUENOS AIRES, 10 (ANSA)- El poeta Juan Gelman se negó a prolongar su vida con tratamientos de quimioterapia, las cirugías y los medicamentos, y pidió morir en su casa de México, junto a sus seres queridos, lejos de los hospitales y de la burocracia médica, revela una reciente biografía sobre el escritor argentino.
    "Gelman, un poeta y su vida" de Hernán Fontanet, también explica que el poeta en vez de someterse a tratamientos médicos pidió viajar a Buenos Aires en agosto de 2013 para "despedirse" de Argentina y presentar su último libro.
    Fontanet analiza en su ensayo que "la muerte, nombrada de forma directa o velada, asumió una presencia notable en el poemario de Juan Gelman, a partir de 2007, cuando cumplió setenta y siete años" y ya sabía que tenía una enfermedad terminal.
    "Al principio (la muerte, ndr) aparece como una inquietud incipiente en 'Mundar'", explica Fontanet en el ensayo editado por Aguilar para todo América Latina.
    Posteriormente, "se irá haciendo más presente e insistente, a medida que avanza su enfermedad (Síndrome mielodisplásico) especialmente en 'De atrásalante en su porfía' y, al final del recorrido, en su último libro 'Hoy', el tema se manifiesta de una manera más natural", detalla el ensayo.
    Fontanet sostiene que "Gelman parecía aceptar y entender mejor su condición de mortal" y recuerda que "la primera manifestación sobre la cuestión de la muerte propia" aparece en "Paco", un poema dedicado a Francisco Urondo, escritor y militante político muerto en junio de 1976, durante un enfrentamiento con el ejército cuando la dictadura militar ya se había instalado en Argentina.
    Gelman falleció a los 83 años el 14 de enero de 2014 a las 16:30 horas en su casa de la colonia Condesa, en la ciudad de México, acompañado de su esposa Mara La Madrid y algunos pocos íntimos. Las cenizas de su cuerpo fueron esparcidos cuatro días después desde un puente del riachuelo que cruza el pueblo mexicano de San Miguel Nepantla, la misma localidad en la que nació Sor Juana Inés de la Cruz, "tan admirada por Gelman", recuerda Fontanet.
    "Fue una celebración al Juan vivo, leímos algunos de sus poemas, tomamos vino y comimos pollos asados, aguacates y jitomates con aceite, siempre acompañados por el canto de las jaranas mexicanas y el acento porteño que no se separa de nuestros trasterrados del sur", rememora en el ensayo Eduardo Vázquez Martín, secretario de Cultura del Distrito Federal.
    El último y trigésimo libro de Gelman fue "Hoy", compuesto de una selección de poesías escritas durante 2011 y 2012.
    "'Hoy' representa el fin de recorrido donde se mezclan la muerte, el exilio y su vida pasada", completa Fontanet, profesor de la literatura latinoamericana en la universidad Rider de Nueva Jersey y radicado en Nueva York desde hace dos décadas. AEF-ADG/MRZ
10/10/2015 18:30