Por Ernesto Pérez
ROMA, 20 (ANSA) - El film argentino "Eva no duerme", de Pablo
Agüero, impresionó hoy a público y crítica europeos, reunidos en
la 10a Fiesta del Cine de Roma, con imágenes fuertes y precisas
de todas las peripecias que acompañaron durante más de 20 años
el cadáver embalsamado de Eva Perón. Y de paso mostró todos los gérmenes que provocarían la
tragedia de la más sangrienta dictadura militar que haya sufrido
la historia argentina con su secuela de 30 mil desaparecidos y
el desastre económico que aún la aqueja. El único serio competidor de la quinta jornada al premio
final del público, que será anunciado el próximo sábado 24, fue
un notable documental de ficción inglés, "The Confessions of
Thomas Quick" de Brian Hill, recreación de un famoso caso
criminal en Suecia cuando un hombre se autoacusó de 39
homicidios, terminando luego por declararse inocente de todos
ellos. "Eva no duerme" sigue todo el calvario del cadáver de Evita,
desde su muerte y embalsamamiento hasta su regreso a la
Argentina desde un cementerio milanés y su sepultura definitiva
25 años más tarde, y utiliza las ventajas de la coproducción con
España, Francia y México para asegurarse la colaboración de
actores de fama internacional como Imanol Arias (el
embalsamador), Denis Lavant (el transportador) y Gael García
Bernal (un paradigmático militar). Pero el más grande valor del film reside en la controlada y
precisa dirección y en un guión del mismo Agüero, dividido en
tres capítulos - El embalsamador, El transportador, El dictador
(donde se recrea el interrogatorio del ex presidente golpista
Pedro Aramburu) - donde la realidad deja poco espacio a la
invención, todo mechado con noticieros de la época y fragmentos
de los más incendiarios discursos de Evita. Recreando con actores la historia de Sture Bergwall, que en
1993 se autoacusó del asesinato y violación de un chico de 11
años, ocurrido 13 años antes, y seguidamente confesó la autoría
de otros 38 salvajes homicidios con episodios de canibalismo
incluidos, Hill no solo rememora un hecho que conmovió a la
opinión pública sueca sino que además provoca la incredulidad
del espectador que por un momento duda si lo que se cuenta en el
film es verdad o no. Prodigio del cine y del talento de un documentalista
multigalardonado (tres premios BAFTA, el oscar británico, sobre
ocho candidaturas) como Brian Hill que borra las fronteras entre
ficción y realidad, sembrando más dudas que certezas.
PN/MRZ
20/10/2015 21:20
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