BUENOS AIRES, 24 (ANSA)- Daniel Scioli, el candidato del
oficialismo que aspira a suceder a Cristina Fernández de
Kirchner como presidente de Argentina, llegó a la política desde
el deporte y sin militancia previa pero acumuló, durante casi
dos décadas, experiencia como diputado, secretario de Turismo,
vicepresidente, presidente del Senado Nacional y gobernador de
la populosa provincia de Buenos Aires. Scioli pasó por momentos difíciles en su vida como fue la
amputación de su brazo derecho a causa de un accidente durante
una competencia de motonáutica en 1989 y que superó después de
una dolorosa y larga recuperación con infinidad de operaciones.
Quizás a partir de esa experiencia personal que le impuso
disciplina y resistencia física, en la política supo adaptarse
a las ideas hegemónicas que le toco compartir y defender en cada
ciclo cambiante del Peronismo, desde los gobiernos de Carlos
Menem (neoliberal) a los de Cristina Fernández (con un estado
muy presente y de inclusión social).
Así comenzó como pupilo del ex presidente Menem, que
aprovechando su popularidad como deportista lo proyectó a
diputado nacional en 1997. Después fue el pupilo del ex presidente provisional Eduardo
Duhalde (2002-2003) que lo designó secretario de Turismo y
posteriormente se sumó a Néstor Kirchner como compañero de
fórmula para las elecciones presidenciales de 2003. Con Néstor Kirchner y su esposa Cristina Fernández tuvo una
relación a veces traumática, aunque Scioli siempre evitó las
confrontaciones públicas. Tras algunos roces y retos, a pedido del matrimonio, en 2007
aceptó competir por la gobernación de la provincia de Buenos
Aires -un paquidérmico estado de 14 millones de habitantes-
donde consiguió más de tres millones de votos, que fueron
vitales para que el kirchnerismo siguiera en el gobierno.
Cuatro años después fue reelecto con 4.288.400 votos (55 por
ciento) y se convirtió en el candidato natural del Peronismo
para suceder a Cristina Fernández en 2015, ante la imposibilidad
que impone la Constitución a la mandataria de acceder a un
tercer mandato consecutivo. Metódico, rutinario para muchos y sobre todo previsible, es
el capital político que Scioli acumuló en casi dos décadas de
actividad política, lapso en que soportó críticas desde la
oposición y también desde las filas partidarias, sin inmutarse,
jamás.
Scioli, de 58 años, se casó en 1985 con la modelo y
empresaria del sector de la moda femenina Karina Rabolini, de
quien se divorció en 1998, aunque volvieron a convivir desde
2001. Si accede a la presidencia y decide restablecer su vínculo
matrimonial, será el primer presidente argentino que contrae
matrimonio en funciones.
Scioli se recibió a comienzos de octubre de licenciado en
comercialización en la universidad privada UADE y podría
convertirse en el primer presidente que no estudió en la
universidad pública. También sus dos principales competidores, Mauricio Macri y
Sergio Massa, se recibieron de ingeniero y abogado,
respectivamente, en facultades privadas.
El candidato tiene una hija, Lorena, nacida de una relación
extramatrimonial en 1978, a quien conoció cuando ya era mayor de
edad y que ahora participa activamente en la campaña electoral
junto a su padre.
AEF-ADG/MRZ
24/10/2015 19:06
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