Por María Zacco
BUENOS AIRES, 27 (ANSA)- "El video-arte no es experimentación
pura, también está en sintonía con los temas de actualidad"
sostuvo Marcela Andino, una de las organizadoras de la quinta
edición del Festival Internacional de Videoarte (FIVA), que del
30 de noviembre al 2 de diciembre exhibirá en Buenos Aires de
más de 800 artistas de 59 países de todo el mundo.
Esta reseña, orientada a abrir caminos de difusión para un
formato audiovisual netamente contemporáneo pero poco conocido
por el público general, tendrá lugar en la Sala Jorge Luis
Borges de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires y en el
Auditorio David Viñas del Museo del Libro y de la Lengua de la
capital argentina.
Los excesos del poder, el cambio climático y los desafíos
éticos de cara al incesante avance científico son algunos de los
temas presentes en los trabajos que se incluyen en la
programación. Esas producciones echan por tierra el prejuicio
que existe sobre el video-arte, considerado en general como puro
despliegue estético y comprensible para unos pocos.
"Como formato, el video-arte es un soporte contemporáneo, una
de las formas de expresión artística audiovisual más novedosas. La clave está en comprender su modo diferente de contar la actualidad", dijo Andino en entrevista con ANSA.
Si bien es cierto que prima la experimentación, lo que
implica que no tenga una narrativa lineal como el cortometraje o
el documental, "el video-arte transmite ideas y lecturas por la
fuerza de las imágenes y el tratamiento del sonido", agregó.
El formato, surgido a inicios de los años sesenta del siglo
XX en Estados Unidos, tuvo su auge en Argentina durante esa
década -si bien la ciencia y la tecnología eran materia de
reflexión de artistas plásticos desde inicios de los años '40-
especialmente de la mano de la excéntrica Marta Minujin, quien
realizó una serie de obras que exaltaban la mediatización de la
experiencia cotidiana.
"Todavía hoy el video-arte sigue siendo utilizado por
artistas plásticos como herramienta que sigue el desarrollo de
su obra. Pero también lo usa la gente del cine. Lo comprobamos
en el público que fue creciendo durante los cuatro años
precedentes: llegan muchos cineastas que trabajan con Súper 8,
donde el formato tiene un auge importante", explicó la también
curadora.
Desde hace cuatro años, el FIVA exhibe una perspectiva
actualizada del videoarte nacional e internacional y ya ganó su
espacio en el calendario de festivales internacionales.
Entre las 820 obras que se verán se destacan los trabajos del
rumano Mihai Grécu, que explora los dos extremos del vide-arte:
desde el experimentalismo puro al documental, como es el caso de
"The reflection of power", que indaga sobre los excesos del
poder absoluto en una mirada a la situación actual en Corea del
Norte.
La geopolítica del desarrollo, la explotación de los recursos
naturales y el cambio climático dominan en "Dos tormentas", del
argentino Alejandro Borsani, en su registro de un emprendimiento
municipal en la Amazonia peruana. La misma materia de reflexión
está presente en "Not Far From Here", de la británica Tessa
Garland.
También la video danza tiene su espacio en la grilla, a
través de "Tropismo", del argentino Gustavo Crivilone e
"Intrinsic moral evil", del holandés Harm Weistra.
El encuentro, también organizado por Soledad Sanchez y Hernán
Raggi, incluye talleres y charlas a cargo de especialistas en la
materia, como la artista y curadora argentina Graciela Taquini;
el también argentino Carlos Trilnick y el uruguayo Brian
Mackern, cuyos trabajos están inscriptos en el área del Net.Art
y Sound.Art. Estos últimos forman parte del jurado junto a la
museóloga española Nekane Aramburu.
Ellos evaluarán los trabajos de los que surgirán tres
ganadores, quienes recibirán un premio en dinero: 30.000 pesos
argentinos para el primer galardón, 20.000 para el segundo
puesto y 10.000 para el tercero.
"El dinero surge del apoyo que logramos por la Ley de
Mecenazgo ya que el festival, desde su primera edición, es
organizado por artistas independientes", explicó Andino.
El desafío de la quinta edición del FIVA es, señaló la
organizadora, "llegar al público general".
"Nuestra meta es divulgar el lenguaje contemporáneo que
ofrece el video arte para abreviar la brecha que existe entre
ese formato y el público en general, para que conozcan los
materiales y se familiaricen con sus modos de narrar", concluyó.
MRZ/MRZ
27/11/2015 18:52
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