Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 22 (ANSA) - La muerte de 26 guerrilleros de las FARC
en un bombardeo del ejército colombiano puso fin hoy al cese del
fuego unilateral que esa organización rebelde había decretado
desde diciembre pasado, aunque el proceso de paz entre las
partes se mantiene en La Habana, Cuba. "No estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la
determinación del cese al fuego unilateral e indefinido
proclamado el 20 de diciembre de 2014 como un gesto humanitario
y de desescalamiento del conflicto, pero la incoherencia del
gobierno (de Juan Manuel) Santos lo ha logrado, luego de cinco
meses de ofensivas terrestres y aéreas contra nuestras
estructuras en todo el país", advirtieron las FARC en un
comunicado. El mensaje de la organización guerrillera se produjo minutos
después que el presidente Santos felicitara a las tropas por el
ataque al denominado grupo 29 de las FARC, ocurrido el jueves en
la población de San Agustín, zona rural del municipio de Guapi,
en el departamento (estado) de Cauca, sur del país. Santos aseguró que la "estructura" guerrillera bombardeada
era la "responsable" del ataque de noviembre del año pasado
contra la estación de policía de la Isla Gorgona, en el Pacífico
colombiano, en la que murió un oficial y seis uniformados
resultaron heridos. El mandatario también atribuyó a ese bloque guerrillero el
ataque de abril pasado en el que murieron 11 militares en el
departamento del Cauca, en un ataque de los insurgentes mientras
los soldados dormían, con lo que las mismas FARC rompían con su
promesa de suspender los ataques a las tropas. Hasta ese momento, los "gestos" de paz entre las partes
conducían a un eventual cese bilateral de las agresiones, pues
apenas un mes antes el propio Santos había ordenado suspender
los bombardeos contra campamentos guerrilleros. Sin embargo, el ataque del 15 de abril en el que murieron 11
militares no solo reactivó el accionar de la aviación militar,
sino que llenó de dudas el proceso de paz, que las partes
adelantan desde hace más de tres años en la capital cubana, para
poner fin a cinco décadas de confrontación. "Desde el día que se iniciaron las conversaciones de La
Habana he sido claro, he sido muy claro, en que las operaciones
de nuestras fuerzas armadas contra la subversión no se
detendrían y no se detendrán", advirtió este viernes Santos. El mandatario reiteró que la "orden" a los militares es la de
"no bajar a guardia" y señaló que el ataque contra el campamento
de las FARC corresponde a "una acción legítima del Estado en
defensa y protección de la ciudadanía". Sin embargo, el mandatario dijo que pese a "tratarse del
enemigo en esta guerra", lo conmovía "el dolor de las familias
de los guerrilleros muertos", al advertir que "somos todos hijos
de una misma nación". "Esta es la guerra que quiero terminar. La guerra que hemos
tenido en Colombia por más de cincuenta años de violencia, de
muertes, de sufrimiento", manifestó el mandatario colombiano, al
tiempo que advirtió que las FARC ya estarían "pensando" una
eventual retaliación, por lo que pidió "parar" en busca de la
"reconciliación". Santos instó a las FARC a "acelerar las negociaciones" de
paz, que al sentir de varios sectores del país parecen estar
estancados. "¡Cuántos muertos más necesitamos para entender que ha
llegado la hora de la paz!", agregó el Jefe de Estado. En respuesta, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) anunciaron que se mantendrán los diálogos de La Habana,
muy a pesar de la "confrontación". "Contra nuestra voluntad tenemos que proseguir el diálogo en
medio de la confrontación. Aunque Santos anuncia que mantendrá
la ofensiva, insistiremos en la necesidad de acordar cuanto
antes, para la salud del proceso de paz y evitar nuevas
victimizaciones, el cese bilateral de fuegos que con tanta
insistencia han reclamado las mayorías nacionales", señaló el
grupo rebelde.
YK7/MRZ
22/05/2015 19:25
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