BRASILIA, 21 (ANSA) - La presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, manifestó su contrariedad sobre la investigación
iniciada por el ministerio público sobre el presunto tráfico de
influencias de su correligionario y exmandatario Luiz Inácio
Lula da Silva. Miembros del gobierno dejaron trascender que la jefa de
Estado dijo estar "indignada" ante el Proceso de Investigación
Criminal (PIC), abierto por la Procuraduría Federal de Brasilia. Para la Procuraduría es preciso iniciar un PIC ante las
sospechas de que Lula incurrió en tráfico de influencias a favor
de la constructora Odebrecht, la mayor empresa constructora
brasileña. Las gestiones de Lula en el exterior a favor de Odebrecht no
es distinto a los que hacen "reyes, príncipes, presidentes y
expresidentes en defensa de empresas y intereses nacionales",
sostuvo Rousseff. Mientras en otros países los buenos oficios de sus
gobernantes son tomados como algo plausible "en Brasil dicen que
eso es crimen", observó la mandataria ante sus ministros en el
Palacio del Planalto. Los dichos de Rousseff trascendieron luego de finalizada la
reunión de gabinete realizada ayer en la que se abordó la crisis
política que jaquea al gobierno. Por su parte los abogados de Lula requirieron la suspensión
de la investigación aduciendo que sólo se basa en artículos
periodísticos y fue implementado por un procurador
subrogante, al cual denunciaron ante la auditoría
del Ministerio Público. Rousseff también saludó a Lula a través de una red social con
motivo del día del amigo, desvirtuando versiones sobre el
distanciamiento entre ambos, reportó hoy la cadena Globo.
(ANSA).
DCP/MRZ
21/07/2015 19:18
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