Por Darío Pignotti
BRASILIA, 1 (ANSA)- Junto con las revelaciones diarias sobre
el escándalo en la petrolera estatal Petrobras, en Brasil está
surgiendo una corriente de opinión a favor de un programa de
moralización de la política semejante a lo que fue el histórico
"Mani Pulite" (Manos Limpias) en la Italia de los años 90. Tras la prisión a la que fueron llevados 40 empresarios y ex
ejecutivos de Petrobras desde 2014 por el caso "Petrolao", a
partir de agosto "puede llegar el Mani Pulite brasileño": ese
será el momento en que será la Corte Suprema la que comience a
procesar políticos con fuero especial, sostuvo Cristiana Lobo,
comentarista del canal GloboNews. Los gobernantes y legisladores no pueden de hecho ser
encausados por el juez Sergio Moro -de primera instancia del
estado de Paraná-, quien impulsa la causa llamada "Lava Jato"
(Lavado Rápido) contra los implicados en el "Petrolao". Moro, de 43 años, es uno de los personajes aclamados en las
multitudinarias marchas realizadas en marzo y abril para pedir
el "impeachment" (juicio político) contra la presidenta Dilma
Rousseff. La exaltación del juez no es masiva pero representa
el sentir de parte de la opinión pública que se dice hastiada de
la clase política y hasta de la política. Sentimiento confirmado
esta semana en una encuesta de Ibope, en la que dos de las
instituciones con peor imagen resultaron ser el Congreso y la
Presidencia de la República, y una de las más valoradas, en
cambio, precisamente la Justicia. Si bien se observa una simpatía hacia el ejemplo "Mani
Pulite" éste no es, ni de lejos, un sentimiento masificado y es
conveniente por lo tanto -destaca Lobo- al analizar con
serenidad. "Pensemos un poco, sabemos que después de Mani Pulite se cayó
el sistema político y surgió Silvio Berlusconi. Quien será el
'Berlusconi' brasileño? Eduardo Cunha?" planteó Lobo,
refiriéndose al poderoso jefe de Diputados y uno de los
principales abanderados con el "impeachment" contra Dilma. Sin embargo, Cunha está a su vez acusado de haber cobrado 5
millones de dólares en sobornos para facilitar contratos en
Petrobras.
Además de Cristiana Lobo, también otros analistas, como
Eliane Catanhede, de Estado, y Renata Lo Preite, de GloboNews,
dan por seguro el procesamiento de Cunha a partir de agosto. En medio de semejante maraña de acusados, acusadores y
opinión pública descontenta, Moro explicó su inspiración en el
operativo "Mani Pulite" impulsada por el implacable fiscal
Antonio Di Pietro. "Muchas veces hemos escuchado críticas por el número de
prisiones cautelares hechas en el Operativo Lava Jato (Lavado
Rápido), pero la verdad -destacó Moro- es que estamos muy lejos
de los 800 casos de gente en prisión que hubo en Manos Limpias". El juez añadió tener "muchos amigos abogados" por los que
siente respeto, pero lamentó que éstos cuestionen sus métodos
severos para esclarecer la trama de sobornos y formación de
cárteles empresariales que causaron un prejuicio de 2.000
millones de dólares a Petrobras.
También sostuvo que los abogados "garantistas" deberían tomar
nota de "Mani Pulite" como un modelo de acción contra los
"ladrones de guante blanco". Durante una conferencia en la asociación de abogados en
Paraná, el magistrado mencionó que la clave para desmontar un
esquema de corrupción de gran escala "es seguir el rastro del
dinero": tal cual hizo Di Pietro en Milán. El tema de la conferencia fue el "lavado de dinero" y tuvo
lugar ante unas 400 personas. Moro fue aplaudido de pie y dejó
el auditorio escoltado por policías federales que velan por su
integridad día y noche.
Sus apariciones públicas son seguidas por el público en
varias ciudades donde se le solicita autógrafos. Hay quien
incluso lo propone como candidato presidencial. Y es precisamente en una cárcel de Paraná donde están
detenidos, por orden de Moro, el ex tesorero del Partido de los
Trabajadores Joao Vaccari, junto a Marcelo Odebrecht (presidente
de Odebrecht, la mayor empresa constructora brasileña), y el
traficante de divisas Alberto Yousseff, consideraro el pivote de
la "arquitectura" delictiva erigida alrededor de Petrobras. El éxito del proceso por el "Petrolao" se debe a la
utilización de la delación premiada como principal persuasor
para que los acusados hagan revelaciones, afirman expertos.
En cambio, los abogados de Odebrecht y Camargo Correa, otra
constructora de punta, acusaron a Moro de emplear
discrecionalmente la delación premiada como forma de "chantaje"
a los detenidos, además de cuestionar los métodos "casi
medievales" del juez, a quien reprochan "abusar" de la
detención preventiva de los sospechosos para "quebrarlos". La curiosidad del magistrado brasileño por la experiencia
italiana no es reciente y ha marcado en buena medida su
formación como jurista.
Hace 11 años Moro publicó un ensayo titulado "Consideraciones
sobre el operativo Mani Pulite" en el que analiza varios
aspectos del proceso: en ese trabajo se destacaba la necesidad
de actuar con energía y romper la complicidad de los sospechosos
para inducirlos a que opten precisamente por la delación
premiada.
DCP-ADG/MRZ
01/08/2015 18:13
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