RIO DE JANEIRO, 7 (ANSA) - El presidente del Comité Olímpico
Internacional (COI), Thomas Bach, arribó a Río de Janeiro para
reunirse con la presidenta Dilma Rousseff a un año de los Juegos
de Río, en los que Brasil aspira con su mejor performance
histórica, en medio de polémicas por aguas contaminadas. Bach, que ayer se remojó en la playa de Barra da Tijuca,
Rouseff y Carlos Arthur Nuzman, jefe del Comité Olímpico
Basileño (COB) encabezan en Rio la ceremonia que marca la cuenta
regresiva de 365 días hacia los primeros Juegos en Sudamérica. El COB apuesta a que Brasil se ubique décimo en el medallero
final de los Juegos, con un equipo de 400 atletas, su número más
alto en las 22 ediciones de la competición, pues el record había
sido Pekín 2008 con 277 deportistas. La localía influye y el número de clasificados podría subir
según los resultados del Mundial de Natación que se celebra en
estos días en la ciudad rusa de Kazan, además de otras
competencias en los próximos meses. La actuación de Brasil en el reciente Panamericano de Toronto
estuvo dentro de las expectativas pues el tercer lugar,
superando a Cuba, fue un buen resultado en términos generales. No hay euforia puesto que se trajeron 141 medallas de Canadá,
igual cifra que en los Panamericanos de Guadalajara en 2011,
siendo que ahora hubo más dinero y una delegación de 590
atletas, la mayor de la historia de los Juegos hemisféricos. Otro dato que enciende una luz de atención: en Toronto se
obtuvieron 41 medallas de oro mientras que en México fueron 48.
En el Mundial de Natación de Kazán, por ahora, Brasil ofrece
dudas, principalmente por la decepcionante actuación del campeón
olímpico Cesar Cielo, que hoy retornó a Brasil debido a una
lesión en un hombro que lo dejó fuera de la disputa de los 50
metros libres, en la que es tricampeón mundial. "Optamos por su salida en este momento, dado que la lesión
era mayor de lo que pensábamos y porque el objetivo son las
Olimpíadas. Lo mejor es preservarlo", informó el médico Gustavo
Magliocca, de la delegación brasileña en Rusia. La enviada de la cadena Globo a Rusia dijo hoy que "esa
versión oficial sobre Cielo no dice todo, porque en la
delegación brasileña había cierta inconformidad con el
comportamiento de Cielo y van a hablar con él en Brasil". A pesar de su conducta inestable y su lesión, Cielo, que
estará tres meses fuera de las piscinas, será una de las
apuestas más firmes a la medalla de oro, igual que la selección
de fútbol que nunca llegó a lo alto del podio y acaba de obtener
un melancólico tercer puesto en el Panamericano. Mientras Cielo volaba de Rusia a Brasil, con escala en Paris,
el COB informó hoy que realizará nuevos estudios sobre el nivel
de contaminación en la Laguna Rodrigo de Freitas accediendo a
un pedido de la Federación Internacional de Remo. Paralelamente, continuarán los trabajos para reducir el grado
de contaminación en la Bahia de Guanabara que, según el gobierno
de Rio, sólo estará completamente limpia en 2025. "Los problemas relativos al desague cloacal (en Guanabara)
están siendo tratados, lo vamos a tratar de la mejor forma
posible", dijo hoy Nuzman en conferencia de prensa a reporteros
extranjeros en Rio, donde estuvo ausente Bach quien alegó
cansancio tras un viaje de varias horas desde el extremo
oriente. No obstante la falta de certeza sobre cual será la calidad de
las aguas en la Ciudad Maravillosa dentro de un año, Nuzman
descartó categóricamente trasladar las pruebas a las playas de
Buzios, en el interior del estado de Rio de Janeiro.
Ayer Bach también demostró optimismo sobre la solución al
problema de las aguas, pero no se arriesgó a bañarse en la Bahia
de Guanabara, se mojó hasta los tobillos en una playa lejana,
la de Barra da Tijuca, en el barrio donde tiene su sede la
polémica Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
DCP/MRZ
05/08/2015 20:42
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