BRASILIA, 20 (ANSA)- La reunión de hoy entre Dilma Rousseff,
con la canciller alemana, Angela Merkel, demostró que, al igual
que cuando fue recibida por Barack Obama en junio, la mandataria
brasileña mantiene una agenda internacional importante, pese a
la crisis que jaquea a su gobierno con el 8% de aprobación. Mientras las mandatarias se reunían en la mañana de hoy en el
Palacio del Planalto, a pocos metros de allí, el Parlamento era
escenario de rumores sobre la posible denuncia por sobornos
contra el titular de Diputados, Eduardo Cunha. El legislador Cunha es tenido como el más aguerrido de
Rousseff por haber amenazado desarchivar varios proyectos de
juicio político, además de aprobar proyectos de ley causantes de
altos gastos públicos justo cuando el gobierno trabaja para
recortar erogaciones. A la crisis política se suma la económica, ya que el
miércoles el Banco Central reportó que luego de dos semestres
consecutivos de actividad negativa el país ingresó en "recesión
técnica". Hoy jueves el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas
reportó que el desempleo ascendió al 7,5 por ciento en julio. Frente a semejante escenario, agravado por la marcha de 800
mil personas que el domingo exigieron el juicio político, la
cita con Merkel es una ocasión para que Rousseff demuestre que
aún mantiene interlocución con la principal potencia europea,
escribió hoy el diario Estado de San Pablo. "El gobierno considera que la visita de Angela Merkel es un
signo de prestigio", afirmó hoy el diario O Globo, de Rio de
Janeiro. La visita de Merkel, iniciada el miércoles a la noche durante
una cena y una conversación de dos horas con Dilma, demuestra
que Berlín apuesta "al éxito" del gobierno brasileño dijo, por
su parte, el diplomático Oswaldo Biato Júnior, jefe del
Departamento de Europa en la Cancillería. "Si ellos (alemanes) no apostaran (en Brasil) hubieran
postergado o cancelado el viaje, esto demuestra que a pesar de
la crisis nuestro país es un socio económicamente muy
importante. Es importante notar que la canciller Angela Merkel
vino a pesar de los problemas que hay en Europa en estos
momentos", agregó. "Alemania siempre fue un socio económico importante pero
también político, estamos en condiciones de seguir avanzando
hacia una asociación estratégica", redondeó el diplomático Biato
Júnior. Más de mil empresas alemanas operan en Brasil. Dilma Rousseff destacó hoy que la afinidad con Berlín se
extiende a los "grandes temas de la agenda" mundial, como la
reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para que ese
organismo se adecue al orden "multipolar". La mandataria citó que Brasilia y Berlín integran junto a
Japón y la India el Grupo de los Cuatro, que trabajan para
obtener un sillón permanente en el Consejo de Seguridad del
principal organismo multilateral. También mencionó el "exitoso" trabajo realizado por Brasil y
Alemania, en 2013, en favor de una nueva forma de gestión de
Internet, cuando promovieron un manifiesto en la ONU para
garantizar la "privacidad" en la web, tras la revelación de los
casos de espionaje cibernético de la norteamericana NSA.
DCP/ACZ
20/08/2015 20:47
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