Por Darío Pignotti
BRASILIA, 22 (ANSA)- El senador brasileño Randolfe Rodrigues
dijo que la presidenta Dilma Rousseff continuará sujeta a
ataques desestabilizadores mientras continúe en su cargo el
titular de Diputados, Eduardo Cunha, que esta semana fue acusado
formalmente por soborno y lavado de dinero. "Eduardo Cunha no puede seguir al frente de la Cámara de
Diputados, el señor Cunha es el tercer hombre en la línea de
sucesión de la presidenta Dilma, esto no favorece a la
estabilidad democrática", aseveró el senador Rodrigues en
entrevista con ANSA.
"El tercer cargo en la línea sucesora de la República no
puede ser ocupado por alguien que ha sido acusado con cargos
serios, graves, por la Procuraduría General de la República",
reforzó el legislador. El jueves pasado el ambiente político de Brasilia fue
sacudido por una noticia de alto impacto: el procurador general
de la República, Rodrigo Janot, presentó una denuncia ante el
Supremo Tribunal Federal en la que acusa a Cunha de varios
delitos, entre ellos haber cobrado un soborno de 5 millones de
dólares para facilitar un contrato de una empresa surcoreana con
la petrolera Petrobras. La acusación también salpicó al ex presidente, y actual
senador Fernando Collor de Mello, a quien la Policía Federal le
incautó un auto de alta gama Ferrari, un Lamborghini y un
Porsche, ante la sospecha de que fueron adquiridos con dinero de
origen ilegal. El senador Rodrigues elogió la "batalla" que está desplegando
la Procuraduría contra los delincuentes de cuello blanco como
sería el caso de Cunha quien, según las actuaciones judiciales
elaboradas por Janot, embolsó 40 millones de dólares en concepto
de sobornos y lavado de dinero. Además, parte del blanqueo del dinero sucio fue realizado,
según Janot, mediante el depósito en las cuentas bancarias de la
iglesia evangélica Asamblea de Dios, que lo habría como parte
del diezmo que recibe de sus fieles.
El senador Rodrigues declaró que el procurador implementó una
ambiciosa estrategia de lucha contra el delito ya que "creó una
comisión de trabajo para endurecer la ley contra el crimen
organizado y sofisticado". Y manifestó su apoyo a un petitorio, surgido de la
Procuraduría, para que los ciudadanos firmen un proyecto de
"iniciativa popular" que impulsará una ley más severa contra la
corrupción. "Brasil necesita de un Estado y de hombres públicos que
merezcan el respeto de las personas honestas. En un Brasil
golpeado y escandalizado por las revelaciones sobre corrupción
en Petrobras no hay nada más urgente que el combate a la
corrupción" agregó Rodrigues.
Considerado como el enemigo político más frontal de Dilma
Rousseff, el congresista Eduardo Cunha respaldaba la apertura de
un juicio político contra la mandataria al mismo tiempo que
obstruyó varios proyectos de ley que el gobierno considera
vitales para superar la crisis económica. "Después de esta denuncia de la Procuraduría la situación de
Cunha es complicada porque la denuncia contra él muy sólida, el
gobierno está aliviado con el debilitamiento de la persona más
hostil hacia el gobierno, pero el gobierno sabe pueden estallar
nuevos problemas", dijo la comentaristas Renata Lo Prete del
canal Globo News. El senador Rodrigues coincide con Lo Preite sobre el ajetreo
político que puede ocurrir en las próximas semanas con Cunha
dispuesto a "incendiar" el país. "Mientras Cunha siga ejerciendo su poder no quiero saber que
pasará con la estabilidad del gobierno, ni con la democracia, es
una situación difícil" anticipó el congresista del Partido
Socialismo y Libertad. Unos 40 parlamentarios del Partido Socialismo y Libertad
(PSOL), del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y
otras fuerzas políticas impulsan un proceso contra Cunha en la
Comisión de Etica de la Cámara Baja, que podría derivar en su
destitución y suspender sus derechos políticos, como ya ocurrió
con otros congresistas en casos similares. Pero estas presiones no parecen amedrentar al poderoso Cunha
que ayer encabezó un acto en la organización gremial opositora
Fuerza Sindical donde fue ovacionado por el público al que le
prometió seguir en el cargo. Incluso, según trascendidos que circulan en el Congreso, un
grupo de diputados adictos a Cunha han propuesto que éste, en
lugar de renunciar al cargo, refuerce su ofensiva contra
Rousseff y de curso a los pedidos de juicio político
(impeachment) que están en su escritorio. Las amenazas de inestabilidad contra Dilma no se agotan en
los planes de la oposición. El vicepresidente Michel Temer, que había asumido el cargo de
coordinador político para buscar una conciliación con el
Congreso, dijo a allegados que va a abandonar esa función, según
informó el diario Folha de San Pablo el viernes por la noche. Esta eventual defección de Temer significará un traspié para
Rousseff que necesita imperiosamente de la colaboración del
Legislativo para mantener a flote su endeble gobernabilidad.
DCP-ADG/MRZ
22/08/2015 18:49
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