Por Darío Pignotti
BRASILIA, 28 (ANSA)- El ex presidente brasileño Luiz Inácio
Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT),
admitió hoy que puede volver a ser candidato, una posibilidad
que es reivindicada desde hace meses por los dirigentes de su
agrupación ante la crisis que enfrenta la mandataria Dilma
Rousseff, bajo amenaza de juicio político. "No puedo decir que soy candidato ni que no lo soy, espero
que haya otras personas para serlo. Ahora quiero dejar clara una
cosa: si la oposición piensa que va a ganarle al PT porque está
acabado, tiene que saber que si es necesario voy a ir a la
disputa", afirmó Lula. "Voy a trabajar para que la oposición no gane las
elecciones", señaló y agregó que "sería mejor" que los partidos
opositores "esperen hasta 2018", cuando termina el mandato de su
correligionaria la presidenta Dilma Rousseff, quien asumió el 1
de enero de este año. Al hacer ese comentario Lula aludió, posiblemente, al
dirigente opositor Aécio Neves, del Partido de la
Socialdemocracia Brasileña (PSDB), que impulsó un impeachment
(juicio político) contra la jefa de estado, así como la
realización de elecciones anticipadas.
Lula también recordó que fue derrotado tres veces, en las
presidenciales de 1989, 1994 y 1998, y en que siempre volvió a
su casa para corregir errores y volver a la próxima disputa,
algo que no hacen los enemigos del gobierno que pasan todo el
tiempo "insultando a Dilma", disparó.
Para el ex gobernante esa actitud intransigente de los
opositores es equiparable a la desestabilización. Pero, según Lula, en el estado de Minas Gerais, Brasil no se
"acepta el golpe (de estado, ndr)" y que "nadie quiere más
golpes en este país". Sostuvo, además, que no habrá "impeachment contra Dilma".
"Creo que las dificultades que estamos pasando ahora serán
vencidas en la medida en la medida en que la economía empiece a
recuperarse con los programas anunciados" por Dilma la
presidenta, aseguró. Las declaraciones de Lula, formuladas ayer por la noche,
fueron publicadas hoy con despliegue en el portal de Internet
del PT, además de haber sido tema de comentario entre miembros
del partido gobernante que él fundó en 1980. Por cierto, cada vez que Lula insinúa que volverá a ser
candidato eso causa gran repercusión. Poco después de dejar el gobierno con cerca del 80% de
aprobación, en enero de 2011, Lula fue enfático en descartar
retornar al gobierno. Pero esa posición comenzó a ser revisada, primero con
declaraciones evasivas cuando le preguntaban si nunca más iba a
postularse luego de haber gobernado por dos mandatos. En junio de este año Lula dijo sentirse congratulado cuando
cientos de dirigentes del PT pidieron que vuelva al gobierno
durante el congreso partidario realizado en Salvador de Bahia. También dijo que estaba pronto para volver durante un
encuentro con sindicalistas realizado hace tres meses en San
Pablo donde fue ovacionado por el auditorio. Por último, en agosto, Lula fue convidado a ser ministro del
gabinete de Rousseff ante lo cual respondió, según trascendidos,
que prefería preservarse políticamente para poder actuar en el
partido y construir un eventual camino hacia una candidatura en
2018. La hipótesis de que Lula retorne está en boca de todos, mucho
más debido al desgaste de su correligionaria y heredera Dilma
Rousseff, que actualmente tiene sólo el 8% de aprobación. En ese sentido el analista político Raymundo Costa, del
diario Valor Económico, escribió la semana pasada que tanto en
el oficialismo como en la oposición la mayoría de los estrategas
toman en cuenta lo que hará Lula ya que, pese a haber perdido
parte de su popularidad, es un candidato potencial con peso
indudable. En ese sentido el titular del PT, Rui Falcao, dijo que la
oposición está "preocupada" con Lula y es por ello que "lo
atacan" con el fin, señaló, de tornar inviable su postulación en
2018. En las marchas multitudinarias contra Dilma los manifestantes
comenzaron a incorporar a Lula como otro de sus personajes más
criticados y en la movilización del 16 de agosto fue instalado
un muñeco inflable frente al Congreso con la imagen del ex
mandatario. Ese mismo muñeco de 12 metros de alto con Lula vestido como
presidiario fue colocado hoy por la mañana en un conocido puente
del sur de San Pablo. Una encuesta publicada ayer por IBOPE señaló que si las
elecciones fueran ahora Lula sería derrotado por 50% al 31% de
los votos por el dirigente socialdemócrata Neves, que en 2014
perdió por estrecho margen las presidenciales en un balotaje
ante Rousseff.
DCP-ADG/MRZ
28/08/2015 22:13
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