Por Darío Pignotti
BRASILIA, 2 (ANSA)- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff,
anunció hoy su nuevo gabinete, del que eliminó ocho carteras y
con Jaques Wagner como jefe de la Casa Civil, mientras habrá más
presencia de partidos aliados a fin de garantizar "estabilidad"
ante la amenaza de un juicio político en el Congreso. Rousseff expresó su intención de dotar de "más estabilidad
política" a su gobierno a través de un nuevo equipo de ministros
con más participación del Partido Movimiento Democrático
Brasileño (PMDB), del vicepresidente Michel Temer. "Buscamos el objetivo de consolidar nuestra base política
procurando tener una mayoría (en Parlamento) a través del cambio
de algunos puestos en los ministerios; con ésto estamos tornando
nuestra coalición más equilibrada", aseguró. Luego reforzó que "se trata (de pactos) legítimos en un
gobierno de coalición, hechos a las claras, se trata de una
articulación política para generar un ambiente de diálogo". Acompañada por Michel Temer, la jefa de Estado habló en el
Salón Este del Planalto ante un número inusual de público,
compuesto por funcionarios, legisladores y dirigentes de varios
partidarios. A pesar de no hacer alguna referencia directa al tema, los
dichos de Rousseff dejaron traslucir que la prioridad de este
cambio de equipo es neutralizar a los sectores del PMDB que
anunciaron su apoyo a un juicio político. Esta semana el titular de Diputados, Eduardo Cunha, del PMDB,
comenzó a analizar los 13 pedidos de juicio por impedimento
ingresados a la mesa directiva de la Cámara Baja. Antes de anunciar los cambios en su equipo, Rousseff mantuvo
varios encuentros con su principal consejero y correligionario,
el ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, dirigentes
partidarios y el propio Temer. El vicepresidente Temer declaró el mes pasado sus dudas sobre
si Dilma llegaría hasta el fin del mandato y se postuló como una
prenda de "unidad nacional", en caso de que la crisis se agrave. Afirmaciones que fueron recibidas con disgusto por Rousseff y
su agrupación, el Partido de los Trabajadores (PT). A partir de hoy el dirigente del PT, Jaques Wagner, será el
nuevo hombre fuerte del área política, pues fue designado al
frente de la Casa Civil, donde se desempeñaba Aloízio
Mercadante, que dejó el cargo ante las presiones de Temer y el
ex mandatario Lula. El otro funcionario de peso seguirá siendo Joaquim Levy,
ministro de Hacienda, que fue confirmado en su puesto y ganará
más vuelo también por la salida de Mercadante, con quien sostuvo
encontronazos en septiembre durante la elaboración del
presupuesto.
El nuevo gabinete tendrá 31 sillones, contra 39 del anterior,
con un avance de los miembros del PMDB que pasaron de 6 a 7
cargos en el primer escalón del poder. Quedó en manos de Marcelo Castro, del PMDB, el codiciado
Ministerio de Salud, dotado con el mayor caudal de recursos y
responsable de varios programas de impacto social como el plan
"Más Médicos" que seguirá "atendiendo" a más de 60 millones de
pacientes, dijo hoy Rousseff. Además de enfrentar una crisis política de magnitud Rousseff
también debe dar cuenta de problemas económicos a los que
responderá dando continuidad al plan de austeridad iniciado en
enero y comandado por Levy. Para ello, además de eliminar 8 ministerios, serán dados de
baja unos 3.000 empleados federales designados sin concurso y la
Presidenta y sus ministros tendrán un recorte del 10% en sus
salarios.
El Banco Central informó esta semana que la economía tendrá
una retracción del 2,8% este año, mientras el organismo oficial
de estadísticas reportó que el desempleo creció al 8,6%. Al hablar del cuadro económico Rousseff dijo hoy que "sabemos
que existen dificultades económicas que deben ser superadas,
sabemos que necesitamos corregir errores y aciertos, precisamos
continuar adelante". "Quiero decir que, a pesar de los profundos cortes en el
presupuesto, continuamos implementando políticas fundamentales
para nuestra población", destacó.
DCP/MRZ
02/10/2015 20:34
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