BRASILIA, 12 (ANSA)- La presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, mantuvo una reunión de emergencia ayer en Brasilia,
tras lo cual ministros formaron un equipo de legisladores y
juristas que desde hoy trabajan para enfrentar lo que consideran
el "riesgo" de que el Congreso vote la apertura de un proceso
de "impeachment". Rousseff aterrizó ayer en la tarde en Brasilia, procedente de
Porto Alegre, luego de suspender su descanso que iba a
prolongarse durante este lunes 12 de octubre, feriado nacional,
debido al amenaza de "impeachment" en el Congreso. "Tenemos que tener mayoría en el Congreso, tenemos que hacer
valer la coalición" con el Partido Movimiento Democrático
Brasileño (PMDB), dijo la Jefa de Estado a poco de retornar a la
Capital Federal, donde posteriormente encabezó una reunión con
ministros en el Palacio de Alvorada, consignó hoy la Agencia
Globo. Luego de recibir instrucciones de Rousseff, con quien se
reunieron dos veces este fin de semana, a partir de hoy los
funcionarios están en contacto con parlamentarios a los que dan
orientaciones para trabar una batalla que promete ser dura en el
Legislativo. Esta disputa se desatará si el jefe de la Cámara Baja, el
poderoso Eduardo Cunha, da curso al enjuiciamiento por
impedimento. Aunque pertenece al PMDB, partido aliado al gobierno, el
diputado Cunha declaró oficialmente su paso a las filas
opositoras el 17 de julio pasado. "En realidad no hay ninguna acusación contra la presidenta
pero Eduardo Cunha parece una fiera herida y podrá aceptar un
pedido de impeachment", dijo un ministro a condición de
anonimato al diario Estado de San Pablo. El funcionario opinó que "el escenario es imprevisible" dado
que Cunha, luego de ser acusado por la Justicia de Suiza de
tener cuentas secretas, al parecer está dispuesto a generar una
conmoción con el inicio de un enjuiciamiento por impedimento. Otro miembro del equipo de Rousseff consideró probable que
Cunha de luz verde al impeachment y de hacerlo "será su último
acto antes de ir a la horca", afirmó el funcionario en diálogo
con el sitio del grupo Globo. A partir de hoy se pone a prueba la eficacia del nuevo
gabinete presentado hace una semana por Rousseff con Jacques
Wagner como figura central pues fue nombrado al frente de la
Casa Civil el equivalente a la jefatura de gabinete. Wagner y el nuevo titular de la Secretaria de Gobierno,
Ricardo Berzoini, ambos del Partido de los Trabajadores,
procuran desde hoy garantizar que los diputados oficialistas
estén prontos para votar contra una eventual moción por el
"impeachment". El viernes por la noche la prensa local informó que la
Justicia brasileña recibió de Suiza datos pormenorizados sobre
las cuentas de Cunha y gastos altos con dinero presuntamente
originado en sobornos ligados al escándalo de "Petrolao". Horas después de esa revelación los principales partidos
opositores, incluido el Partido de la Socialdemocracia
Brasileña, solicitó a Cunha que deje su cargo hasta que se
esclarezcan las denuncias en su contra. En el Palacio del Planalto entienden que ante la eventualidad
de tener que dejar la Presidencia de Diputados Cunha analiza
varias salidas políticas y una sería acelerar la tramitación del
"impeachment", para lo que necesita quórum de 257 congresistas,
sobre un total de 513, para abrir la sesión. Y una vez iniciada solo requiere de mayoría simple para votar
la apertura del trámite para analizar la viabilidad del
enjuiciamiento a la Jefa de Estado.
DCP/ACZ
12/10/2015 13:37
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