Por Darío Pignotti
BRASILIA, 12 (ANSA)- El gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, propuso hoy restablecer el diálogo con la oposición que impulsa el "impeachment", para evitar una "guerra fraticida", luego de que el Supremo Tribunal Federal emitió un dictamen en el que hizo lugar a una demanda presentada por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
"El gobierno y la oposición tenemos que debatir nuestras diferencias, nuestras divergencias, pero eso no puede convertirse en una guerra fraticida", declaró el ministro de Comunicaciones, Edinho Silva, en el Palacio del Planalto.
"Si tenemos problemas políticos vamos a resolverlos con capacidad de diálogo, a través del debate entre el gobierno y la oposición, pero no podemos parar al país", planteó Silva con tono aparentemente conciliador.
"No podemos abordar nuestras diferencias políticas y nuestras diferencias de proyecto poniendo en riesgo la estabilidad institucional", insistió el ministro.
El funcionario respondió preguntas a los periodistas apostados en la sede de la presidencia luego de que el Supremo Tribunal Federal hizo lugar a un "mandato de seguridad" promovido por el oficialista Partido de los Trabajadores.
La medida cautelar de la más alta Corte significó un respiro momentáneo para Rousseff que había encabezado reuniones el sábado, domingo y lunes con el propósito de coordinar un plan ante el eventual apoyo al enjuiciamiento en Diputados. El portavoz del gobierno Silva declaró hoy que "el impeachment sólo se justifica si tiene un fundamento jurídico y no hay fundamento jurídico para una iniciativa como esta" contra Rousseff, impulsada por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y otras fuerzas opositoras.
El jefe de la cartera de Comunicaciones formuló declaraciones hoy luego de reunirse con Rousseff en un encuentro que se prolongó hasta cerca del mediodía.
Este martes amaneció marcado por un clima político tenso con una reunión celebrada cerca de las 9 horas locales entre la oposición y el diputado Eduardo Cunha en la que se ajustó la supuesta estrategia para dar curso al inicio del proceso de impeachment.
El acuerdo establecía que Cunha iba a anunciar que rechazaba un pedido de impeachment del jurista Helio Bicudo, uno de los fundadores del PT, y automáticamente, la oposición iba a apelar ese rechazo y someter el tema a votación para considerar la "admisibilidad" del juicio.
Según la interpretación del reglamento formulada por Cunha esa votación solo necesitaba de mayoría simple para despejar el camino al impeachment.
Pero poco después de iniciada la reunión en el Congreso entre su titular Cunha y los diputados opositores, desde el Supremo Tribunal Federal se desaprobó la revisión del reglamento. El ministro Teori Zavaski, del Tribunal Supremo Federal, emitió un parecer que, como consecuencia práctica, obliga a que el pedido de juicio político cuente con el voto de 3/5 de la Cámara de Diputados y no de mayoría simple.
La decisión del Supremo fue en respuesta a un "mandato de seguridad", acción promovida por un diputado del oficialista Partido de los Trabajadores, Wadih Damous, quien acusó a Cunha de "atropellar a la Constitución" con la "modificación" del trámite para votar el impeachment.
De todos modos el diputado Eduardo Cunha, en su condición de jefe de la Cámara baja, aún puede dar curso al impeachment unilateralmente.
Pero un vez que la Corte vetó la interpretación del reglamento dada por Cunha, ahora si el jefe de la Cámara insiste en promover el impeachment estará obligado a hacerlo a través de otro "rito" procesal. (ANSA).

14/10/2015 01:03