Por Darío Pignotti
BRASILIA, 17 (ANSA)- Tras el inesperado parecer del Supremo
Tribunal Federal que impidió lo que apuntaba a ser el inexorable
inicio del proceso hacia el impeachment de la presidenta Dilma
Rousseff, cabe esperar que la semana entrante el Tribunal tome
otras decisiones que incomoden a la clase política, en la que
hay unos 50 altos dirigentes acusados por la Procuraduría de
haber estado involucrados en el "Petrolao". A través de una medida cautelar divulgada el martes 13 por
la mañana el Supremo desmontó una maniobra reglamentaria ideada
por el jefe de Diputados, Eduardo Cunha, gracias a la cual la
presidenta Dilma Rousseff podía ser enjuiciada con el voto de la
myoría simple de los presentes.
Para el Supremo ese reglamento, concebido "ad hoc" por Cunha
para iniciar el enjuiciamiento de Rousseff, su enemiga jurada,
era sencillamente "inusitado". A traves de ese argumento la alta
Corte desautorizó a Cunha que ponga en marcha su plan
destituyente. Con esta iniciativa el Supremo demostró que ante el aquelarre
al que dio origen la guerra entre el gobierno y la oposición, es
necesario dotar al sistema de algún grado de racionalidad e
institucionalidad.
Con su entrada en el campo de juego, el Supremo hace notar su
intención de que el duelo entre el Partido de los Trabajadores
y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña transcurra
enmarcado en la ley y el orden constitucional. En los próximos días, el Supremo podría tomar otras
decisiones
que incomoden a la clase política en la que hay unos 50 altos
dirigentes acusados, por la Procuraduría, de haber estado
involucrados en el escándalo del "Petrolao". Luego de haber causado el martes una vuelta de campana en la
guerra entre gobierno y oposición, el viernes el alto tribunal
ordenó la apertura de una investigación contra Eduardo Cunha,
igualmente temido por el gobierno como por los partidos
opositores.
El Supremo y la Procuraduría General de la República al
parecer realizaron un trabajo meticuloso que les permitió reunir
pruebas posiblemente lapidarias contra Cunha, quien desde su
tribuna como titular de Diputados ha pronunciado discursos
solemnes en defensa de la moral, de la familia y contra todo
tipo de "desviaciones", incluso las sexuales. Pues bien, al autorizar la investigación contra Cunha el
Supremo se basó en las evidencias aportadas por la Procuraduría
como sus cuatro cuentas secretas en Suiza, la posible
utilización de éstas para ocultar dinero surgido de sobornos en
caso Petrobras y la vida fastuosa de Cunha y su esposa, una ex
conductora de noticiosos televisivos. Según facsímiles difundidos por la TV Globo, una de las
empresas del evangélico Cunha, llamada Jesus.com, fue utilizada
como máscara para comprar autos de lujo, entre ellos un Porsche
usado por su esposa, que gastó más de 60.000 dólares en tomar
clases de tenis en Miami.
Lo cierto es que sólo la Justicia ha puesto en caja a Cunha,
algo que han evitado hacer los grandes partidos. Tanto es así
que ni el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, jefe del
oficialista PT, ni Aécio Neves, líder del opositor Partido de la
Socialdemocracia Brasileña, se animan a criticar a Cunha en
publico. Quien tuvo el coraje de ponerle límites al polémico y
verborrágico Eduardo Cunha fue el ministro del Supremo Teori
Zavaski, que de tan sobrio es prácticamente desconocido por el
público.
En los dos años que lleva como integrante del Supremo sus
apariciones televisivas son contadas y no se recuerda que haya
concedido alguna entrevista exclusiva en los últimos meses. Antes de esa valliente iniciativa contra el opositor Cunha,
el mismo ministro Zavaski había autorizado que Lula sea indagado
por la Policía Federal sobre asuntos ligados al "Petrolao". Se espera que en los próximos días la más alta Corte o la
Procuraduría formulen nuevos anuncios sobre este escándalo en
los que pudieran sugir revelaciones contra el oficialista PT.
El viernes por la noche se informó que según un lobbysta
arrepentido, preso por el juez Sergio Moro a cargo del Petrolao,
delató al jefe del bloque de senadores del gobierno, Delcidio
Amaral, por presunto cobro de sobornos en Petrobas. Junto a las novedades que pudieran originarse en el Supremo
Tribunal es de esperar que también haya noticias desde el frente
sel Tribunal Superior Electoral en su investigación sobre
aparentes irregularidades en el financiamiento de la campaña que
llevó a Dilma a su reelección en octubre de 2014. Es posible plantear entonces, que pese al respiro que
significó para el gobierno el freno al impeachment decidido por
el Supremo, acaso la semana próxima haya noticias nada cómodas
para el Planalto, en una crisis que nada indica que vaya a
disiparse en el corto plazo.
DCP-RIG/MRZ
17/10/2015 19:20
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