Por Darío Pignotti
BRASILIA, 26 (ANSA)- La presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, analizó hoy la crisis económica con su gabinete el
cual ultima la redacción atrasada del presupuesto de 2015, con
déficit estimado de miles de millones de dólares, agravando el
fantasma de perder el grado de inversión concedido por las
agencias internacionales. Rousseff y sus principales colaboradores evaluaron la
situación de la economía en recesión y el proyecto de
presupuesto que ya fue corregido dos veces en los últimos meses
debido a la imposibilidad de alcanzar un superávit primario como
el defendido por el ministro de Hacienda, Joaquim Levy. "No podemos considerar la situación brasileña aisladamente
del contexto internacional", afirmó hoy el ministro Ricardo
Berzoini luego de recibir instrucciones de Rousseff en el
Palacio del Planalto. Aceptó el ministro que la situación económica tiene
"complicaciones" como la baja de la recaudación pero confió en
la "colaboración del Congreso" para aprobar leyes que permitan
aumentar los ingresos del fisco a través del impuesto al
cheque. Y aseguró que en los próximos días el Ejecutivo mandará un
nuevo proyecto de presupuesto de 2015 corregido con datos sobre
el déficit fiscal. Hasta el momento no se ha definido con exactitud cuál será el
el monto del déficit de las cuentas públicas que según analistas
del mercado estará entre los 50.000 y 70.000 millones de dólares
(12.500 y 18.000 millones de dólares). En cualquiera de las dos hipótesis sobre las que trabajan los
especialistas financieros Brasil estaría desoyendo las
recomendaciones de alcanzar un superávit realizadas por el Fondo
Monetario Internacional y las agencias evaluadoras de riesgo. La agencia Standard and Poor s redujo la calificación de
Brasil hace un mes y medio con lo cual el país perdió el grado
de inversión y poco después Ficht también revisó hacia abajo la
nota pero sin quitar el sello de buen pagador. Standard and Poor s, Ficht así como la agencia Moddy s
consideran indispensable que la mayor economía regional logre
superávits primarios para hacer frente al pago al monto
creciente de los intereses y el capital de su deuda. Contener el crecimiento de la deuda pública, gran parte de
la cual está en dólares moneda que se valorizó el 50% este año,
es un requisito necesario para detener la tendencia negativa en
los ratings elaborados por esas entidades. Hace un mes, cuando se elaboró otro proyecto de presupuesto,
el déficit fue aprobado por la mayoría de los ministros con el
voto disidente del titular de Hacienda Joaquim Levy defensor de
un superávit del orden del 0,7 % del Producto Bruto Interno. Aparentemente la posición de Levy, a favor del superávit,
acaba de ser derrotada nuevamente a estar por las declaraciones
que formuló hoy Ricardo Berzoini. Si bien el funcionario no quiso expresar números
detalladamente fue claro al sostener que este nuevo diseño del
presupuesto de 2015 será deficitario. El flamante titular de la cartera de Gobierno, Ricardo
Berzoini, es un antiguo afiliado al Partido de los Trabajadores
y dirigente muy próximo al ex mandatario Luiz Inácio Lula da
Silva. Consejero principal de Rousseff, el ex mandatario Lula goza
de influencia en el gabinete de ministros donde hay varios
hombres de su confianza. En las últimas semanas Lula repitió en público y, según
trascendió lo profundizó en privado, su parecer contra el ajuste
que lleva adelante el ministro Levy quien se ha fijado como
premisa la reducción de la inflación, para lo cual necesita
achicar el gasto público y enfriar la demanda interna. Lula piensa diferente: plantea como impostergable reactivar
la demanda de los sectores populares y aumentar gastos
estatales a través de la concesión de financiamiento a tasas de
interés atractivas. Entre tanto el mercado financiero incrementó hoy su
proyección de recesión para 2015 que será del 3,02 % según un
informe publicado por el Banco Central mientras la semana pasada
el pronóstico era una declinación del 3 % del Producto Bruto.
DCP/ACZ
26/10/2015 18:52
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