BRASILIA 30 (ANSA) - La presidenta brasileña, Dilma Rousseff,
que hoy participó en la cumbre ambientalista COP-21 en París,
bloqueó los gastos del gobierno y anticipó su retorno a Brasil
debido a la crisis económica agravada tras la detención de uno
de sus hombres de confianza involucrado en el escándalo de
Petrobras. El Diario Oficial de la Unión publicó hoy un decreto de
Rousseff que congela las erogaciones del gobierno en unos 2.800
millones de dólares hasta que el Congreso apruebe la corrección
del presupuesto que prevé un déficit fiscal del orden de los
13.000 millones de dólares. La medida, que conoce pocos antecedentes en la historia
reciente de Brasil, obligará a suprimir todos los gastos del
gobierno como pasajes, gasolina para vehículos oficiales y
hotelería. No habrá recortes en erogaciones obligatorias como salud,
educación y el pago de jubilaciones, según lo impone la
Constitución nacional. El Palacio del Planalto divulgó el viernes una nota oficial
sobre la suspensión del viaje presidencial a Japón y Vietnam,
que debía iniciarse mañana, en cumplimiento de este decreto de
emergencia económica. Al anular la agenda asiática, Dilma concluirá este lunes su
estancia en Francia, según lo informó hoy la oficina de prensa
del Palacio del Planalto. Según comentaristas, el regreso anticipado de Dilma también
responde a la necesidad de supervisar las negociaciones en el
Congreso para la aprobación del déficit fiscal. Negociaciones congeladas desde el miércoles pasado, cuando
fue detenido el jefe del bloque oficialista, senador Delcidio
Amaral, acusado de estar implicado en la estructura delictiva
que estafó a la petrolera Petrobras. Sin el senador Amaral, muy próximo a Rousseff, el gobierno
deberá escoger otro parlamentario para que encabece las
negociaciones en el Congreso con vistas a la aprobación del
déficit, que de ocurrir permitirá anular el decreto de bloqueo
de gastos gubernamentales.
DCP-AGR/ACZ
30/11/2015 18:24
|