Por Darío Pignotti
(ANSA) - BRASILIA, 11 DIC - La presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, afirmó hoy que luchará para impedir el juicio político
y lanzó acusaciones contra el opositor Partido de la
Socialdemocracia Brasileña, del ex mandatario Fernando Henrique
Cardoso, al que relacionó con el jefe de la Cámara de Diputados,
Eduardo Cunha. "El gobierno luchará contra el impeachment", afirmó hoy la
presidenta para luego señalar que en Brasil "todavía tenemos una
democracia muy joven" la que aún necesita ser consolidada. Lo dijo en el Palacio del Planalto en uno de sus últimos
compromisos oficiales de una semana políticamente intensa en la
que el gobierno sufrió dos derrotas importantes. La primera ocurrió el martes cuando la oposición se impuso al
oficialismo en la votación para definir la composición de la
Comisión Especial que evaluará la pertinencia del "impeachment",
presentado por juristas próximos al Partido de la
Socialdemocracia Brasileña (PSDB). El segundo traspié del gobierno sucedió el último jueves,
cuando se volvió a posponer la sesión de Diputados donde se
analizaba una supuesta violación de ética parlamentaria por
parte de Eduardo Cunha, titular de la Cámara baja y uno de los
articuladores del "impeachment". El PT impulsa la destitución del diputado Cunha que además de
ser uno de los adversarios más temidos por el Planalto fue
acusado de lavar dinero en Suiza y ser parte de la red de
corrupción en torno del la petrolera Petrobras. Los grupos que respaldan el juicio a la presidenta demuestran
una creciente expectativa en alcanzar sus objetivos y algunos
de ellos convocaron a las movilizaciones que se realizarán el
domingo para exigir el fin del gobierno del Partido de los
Trabajadores. Por su parte, Rousseff afirmó hoy que el PSDB, de Fernando
Henrique Cardoso, está coludido con Eduardo Cunha, del Partido
Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
"No es ninguna novedad" que el PSDB y Cunha sean socios
políticos comentó Rousseff. "No es posible que los periodistas aquí presentes" ignoren
ese acuerdo, aseveró la mandataria ante un grupo de reporteros
que la abordó hoy en el Palacio del Planalto. Y declaró que el miércoles mantuvo una "rica" conversación
con su vicepresidente Michel Temer, del PMDB, a quien varios
comentaristas consideran interesado en suceder a Rousseff si
ésta es desplazada del gobierno. Rousseff respondió la requisitoria periodística luego de una
ceremonia en la que se entregaron premios a personalidades y
organizaciones defensoras de los derechos humanos. Al hacer uso de la palabra algunos de los premiados
vincularon la defensa de los derechos humanos a la "lucha"
contra el enjuiciamiento de Rousseff, al que equipararon con un
"golpe" de Estado institucional. "Sin democracia no hay derechos humanos y no hay democracia
cuando no hay respeto a los derechos de los ciudadanos", afirmó
Rousseff en el discurso de cierre de la ceremonia celebrada hoy
en segundo piso del Palacio, ante unas 300 personas. Participaron en la ceremonia el abogado brasileño Roberto
Caldas, que en enero asume la presidencia de la Corte
Interamericana de Derechos, el titular del Supremo Tribunal
Federal Ricardo Levandowsky y el ministro de Justicia, José
Eduardo Cardozo. "Sigamos invirtiendo en la promoción y ampliación de los
derechos de nuestras ciudadanas y ciudadanos y en el
fortalecimiento de nuestra democracia", puntulizó. "Nuestra tarea permanente es garantizar los derechos humanos
de todos, sin ignorar que al ejercerlos las personas comienzan a
subir sus exigencias, lo cual es excelente para la democracia",
aseguró la presidenta. "No va a haber golpe" coreó una parte de los presentes cuando
Dilma cerró su exposición.
DCP/MRZ
11/12/2015 22:04
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