Por Darío Pignotti
(ANSA) - BRASILIA, 4 MAR - La causa de corrupción en
Petrobras fue abierta en 2014 como un proceso de relativo
impacto hasta alcanzar su punto más alto hoy con el allanamiento
del departamento del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un
hecho destinado a repercutir en el gobierno de su
correligionaria, la mandataria Dilma Rousseff. A cargo del juez federal de primera instancia la causa
bautizada como "Lava Jato" (Lavado Rápido) se inició con las
averiguaciones sobre el cártel formado por grandes constructoras
privadas para ganar licitaciones en Petrobras. Cabe recordar que la petrolera estatal amplió
considerablemente sus inversiones a partir del descubrimiento de
grandes pozos en aguas ultraprofundas o en zona de "pre-sal"
para la que fueron construidos buques, sondas y equipamientos. El magistrado Sergio Moro y el "grupo de tareas" de la causa
Lava Jato, que hoy realizó su 24/a fase de allanamientos y
detenciones, tomaron como referencia el proceso judicial
anti-sobornos "Mani Pulite" italiano impulsada en los primeros
años '90 por Antonio Di Pietro y otros fiscales de Milán. En un ensayo escrito años atrás por Moro se elogió la
eficacia de aspectos de "Manos Limpias" como la "delación
premiada" para desmontar la cadena de complicidades en Italia,
trasladados en estos meses al caso "Petrolao". Moro procesó a los más altos ejecutivos de las constructoras
Odebrecht, Camargo Correia, Andrade Gutierrez, OAS, varios de
los cuales se avinieron a la figura de la "delación premiada" en
la que entregaron harta información a cambio de la reducción de
sus penas. También ex gerentes de Petrobras como Néstor Cerveró, que fue
el responsable del área internacional, ya están gozando de la
detención domiciliaria luego de ser condenados y haber aceptado
colaborar. Pero el momento más político en la causa "Lava Jato" se abrió
con la prisión del ex hombre fuerte del primer gobierno de Lula,
José Dirceu, también ex presidente del Partido de los
Trabajadores. A Dirceu se lo sindica como el arquitecto de la nominación de
los gerentes de la petrolera que fueron los ejecutores de las
maniobras dolosas que causaron un perjuicio estimado de 2.000
millones de dólares. Otros ex jerarcas del PT como el ex tesorero Joao Vaccari
Neto también fueron presos y continúan en esa condición en la
cárcel del sureño estado de Paraná. Dentro del relato de Lava Jato se abrió un segundo plano de
acción cuando los policías federales, fiscales y el juez Moro
comenzaron a buscar ramificaciones indirectas. Y es allí donde llegaron hasta Lula da Silva. La señal más clara de que el ex mandatario estaba en la mira
de los investigadores fue dada hace una semana cuando fue preso
el publicista de la campaña presidencial de 2006, Joao Santana y
su mujer Mónica, ahora alojados en Paraná. Esas prisiones demostraron, además, que la onda expansiva
también alcanzaba a Dilma Rousseff, pues Santana comandó el
marketing de las campañas de la presidenta en 2010 y 2014. El ex presidente no fue sorprendido dando órdenes sobre
ilegalidades a ser perpetradas en Petrobras a sus ministros o
dirigentes del PT. Pero se sospecha que recibió dinero de las constructoras,
algo estimado en unos 40 millones de reales, o sea 10 millones
de dólares, según la sospecha del Ministerio Público Federal. Una parte de ese dinero fue para pagar conferencias, otra
para reformar dos casas de fin de semana en San Pablo, que el ex
mandatario niega sean de su propiedad, y para hacer arreglos en
la sede del Instituto Lula.
DCP/ACZ
04/03/2016 15:27
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