Por Darío Pignotti
(ANSA)- BRASILIA, 8 MAR - El comandante del Ejército
brasileño, general Eduardo Villas Boas, admitió de forma
reservada su preocupación ante la tensión entre oficialistas y
opositores en vísperas de la movilización convocada para el
domingo próximo para exigir el juicio político a la presidenta
Dilma Rousseff. En una comunicación reservada dirigida a militares retirados
Villas Boas afirmó observar con "mucha atención la evolución de
la crisis político-judicial", según informó hoy el diario Valor
Económico. Más adelante el jefe del Ejército señala que ante un cuadro
de inestabilidad creciente esa fuerza adoptará una posición que
definió como "pacificadora, en busca de la conservación del
orden público". Según el diario Valor esa comunicación también fue
distribuida a miembros activos del Ejército el viernes pasado
cuando el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue trasladado
a declarar ante la Policía Federal en el marco de la causa "Lava
Jato" (Lavado Rápido) por corrupción en la petrolera Petrobras. El traslado de forma "coercitiva" de Lula desencadenó el
repudio de sus seguidores del Partido de los Trabajadores y la
Central Unica de los Trabajadores, que denunciaron una supuesta
"persecución política". Hubo enfrentamientos entre militantes petistas (del
oficialista Partido de los Trabajadores) y críticos al ex
gobernante frente a su residencia en San Bernardo do Campo,
ciudad del cordón industrial de San Pablo, y en el aeropuerto
paulista de Congonhas. El interrogatorio realizado a Lula motivó varios actos de
apoyo al ex presidente en capitales donde también se registró un
"aplausazo" en respaldo del juez Sergio Moro, el responsable del
proceso "Lava Jato" que se sustancia en la provincia sureña de
Paraná. Por su parte, Aécio Neves, ex candidato presidencial y líder
del opositor Partido de la Socialdemocracia (PSDB), considera
que el interrogatorio a Lula es un elemento que agrava la
situación del ex mandatario y precipitará la "salida" de la
mandataria Rousseff. "Para nosotros la salida se dará dentro de lo que autoriza la
Constitución, pero creo que la manifestación del domingo próximo
(13 de marzo) puede ser un inductor importante" para el fin del
gobierno, afirmó el socialdemocrata Neves. En la noche del lunes hubo un ríspido debate en el Senado
donde Neves y sus correligionarios del PSDB fueron acusados de
"golpistas" por legisladores del oficialista Partido de los
Trabajadores. A la confrontación en el Congreso y las calles se agrega la
preocupación de Rousseff quien analizó junto a ministros la
posibilidad de que el domingo haya disturbios entre los grupos
antagónicos. La Secretaría de Seguridad Pública de San Pablo, donde se
espera una movilización multitudinaria contra Rousseff, anunció
que sólo se autorizará la marcha de la oposición en la Avenida
Paulista, principal arteria de esa capital. Para evitar eventuales enfrentamientos la Policía
Militarizada no permitirá que circulen por la Avenida Paulista
los militantes del PT quienes harán un acto de apoyo a Lula y a
Rousseff en una plaza del centro paulista. En algunos medios trascendió que gobernadores analizan pedir
el apoyo de las Fuerzas Armadas para evitar disturbios. "Si algún gobernador desea la participación de tropas para
cualquier cosa tiene que pedirlas a la Presidencia de la
República, ese es el orden que debe seguirse", declaró el
general Otávio do Rego Barros, del Centro de Comunicaciones del
Ejército. "Es esencial que las Fuerzas Armadas tengan un papel
completamente institucional y de Estado, consideramos muy
importante que la institución se sitúe por encima de cualquier
signo ideológico", añadió el jefe militar. Por otra parte, Do Rego Barrios instó a que prevalezca la
"unión" nacional, así como "la ley y el orden" al tiempo que
reconoció que el Ejército observa la evolución de los
acontecimientos y el clima de tensión política entre el gobierno
y la oposición.
DCP-ADG/MRZ
08/03/2016 18:50
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