Por Darío Pignotti
(ANSA) - BRASILIA, 14 MAR - La presidenta brasileña, Dilma
Rousseff, analizó con sus asesores de confianza el impacto
político de las masivas movilizaciones del domingo que causaron
un estrago político en su gobierno y abren camino a varias
opciones barajadas por la oposición como el "impeachment", la
renuncia y la reforma del modelo de gobierno. El proyecto de "impeachment" ingresado en octubre de 2015
por el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) había
ganado nueva fuerza la semana pasada y ese impulso creció más
luego del masivo repudio que recibió Rousseff el domingo en más
de 300 ciudades. "Las protestas dan un nuevo impulso al impeachment, porque si
el Congreso quería el respaldo de las calles para llevar
adelante ese proceso, este fue dado ayer de forma superlativa",
afirmó Lauro Jardim, columnista del diario O Globo. Se estima que esta semana el Supremo Tribunal Federal se
expedirá sobre que pasos reglamentarios tendrán que ser
observados por los parlamentarios para aprobar la "viabilidad"
del proyecto redactado por abogados del PSDB y uno de los
fundadores del PT , el jurista Helio Bicudo. Una vez aprobada la pertinencia del enjuiciamiento éste será
votado en la Cámara Baja para posteriormente someterlo a la
consideración del Senado. Si ese juzgamiento fuera finalmente realizado en el Congreso
y Rousseff renuncia, su cargo será ocupado por el vicepresidente
Michel Temer, del Partido Movimiento Democrático Brasileño
(PMDB). Una prueba de los que tiempos se acortaron es que hoy el jefe
de Diputados, Eduardo Cunha, del PMDB como el vicepresidente
Temer, comentó a colegas que este viernes planea dar el
banderazo de largada del "impeachment". Precisamente el poderoso PMDB realizó su convención el sábado
pasado cuando además de reelegir a Michel Temer como presidente
se aprobó una nueva reunión dentro de 30 días para determinar si
el partido continúa siendo aliado del gobierno. Debido a lo masivo de la marcha opositora de ayer varios
analistas opinaron este lunes que es cada vez "mas posible" que
el PMDB rompa con el gobierno y, consecuentemente, vote por el
"impeachment". El viernes pasado Rousseff convocó a la prensa para asegurar
que no renunciará, un gesto retórico que en realidad no altera
una realidad en la que la presidenta "finge" que gobierna,
escribió hoy Ricardo Noblat, analista político de O Globo. Personas allegadas a la gobernante del Partido de los
Trabajadores comentan que por su temperamento enérgico, no ven
probable que entregue el cargo pero "admiten que desde ayer las
chances de destitución crecieron", publicó hoy el diario Valor
Económico . "Hasta los aliados más alineados con Dilma dicen,
reservadamente, que ella será destituida porque no avizoran que
el Palacio del Planalto tenga el apoyo de 172 diputados (sobre
un total de 513) para impedir el avance del impeachment", señaló
Valor. Por su parte el presidente del opositor PSDB, Aécio Neves,
dijo que luego de la "fiesta de la ciudadanía" ocurrida ayer en
todo el país, a Rousseff le restan tres caminos: "el
impeachment, la casación de la fórmula por el Tribunal Superior
Electoral o la renuncia". El planteo de Neves incluye el tribunal electoral donde ya se
tramita una denuncia del PSDB contra Rousseff por abuso de poder
económico y presunto financiamiento ilícito de la campaña
presidencial de 2014 en la que fue reelecta. Neves es muy insistente en esa causa por presuntos delitos
electorales ya que si los magistrados hallaran culpable a
Rousseff su mandato sería cesado y con el de ella también el del
vicepresidente Michel Temer. Si prosperara esta hipótesis debería convocarse a nuevas
elecciones y allí es donde Aecio Neves confía en ser nuevamente
candidato, ya lo fue en 2014, y ser electo. Aunque Aécio se muestra confiado en que la Justicia anule la
elección de Dilma y Michel Temer, si esto ocurriera no
significaría automáticamente que él será el candidato del PSDB. Puesto que según versiones que circularon en los grandes
medios este fin de semana Neves habría sido denunciado por
corrupción por un presunto arrepentido que accedió a confesar
todo ante la Justicia federal. Ayer Neves fue tildado de corrupto por parte de la multitud
que ocupó la Avenida Paulista de San Pablo por lo cual el
dirigente socialdemócrata desistió de pronunciar un discurso. El otro camino en estudio para desalojar a Rousseff es una
reforma parcial de la Constitución que establezca un modelo de
gobierno parlamentarista que acabaría con el actual
presidencialismo. Es una fórmula que cuenta con el respaldo del jefe del
Senado, Renán Calheiros y de otro cacique socialdemócrata, José
Serra, quien si hubiera ese cambio de sistema aspira a
desempeñarse como primer ministro.
Claro que para ello será necesario que firme una tregua con
su correligionario Aécio Neves, con quien libra una disputa
cerrada desde hace años por la hegemonía en en el más importante
partido opositor.
DCP/ACZ
14/03/2016 19:13
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