(ANSA) - SAN PABLO, 15 MAR - El ex presidente Luiz Inácio
Lula da Silva se reunía hoy en Brasilia con la mandataria Dilma
Rousseff en medio de las expectativas sobre si el dirigente
brasileño ingresaba a ocupar algún cargo en el gabinete. Lo informó radio Band News.
En las últimas horas circularon rumores en la prensa
brasileña sobre el ingreso de Lula al gobierno de Brasil y ya
muchos periódicos y portales en Internet hablaban del cargo de
canciller para el ex gobernante y líder del Partido de los
Trabajadores.
"Sería el lugar correcto para Lula, en cuando es capaz de
atraer nuevas inversiones extranjeras", escribió el sitio de O
Globo, que citó fuentes cercanas el dirigente político.
Otras fuentes señalan a Lula como nuevo ministro de la Casa
Civil, una suerte de subsecretario a la presidencia, o imaginan
que Rousseff cree para él un ministerio con competencias
económicas y con delegación a las relaciones con aliados del
gobierno, para evitar la hipótesis de "impeachment".
Fuentes del Partido de los Trabajadores sostuvieron que Lula
se habría convencido de ocupar un cargo tras las protestas
contra el gobierno el domingo pasado, y después de que el juez
de San Pablo volviera a poner en manos de Sergio Moro, gran
acusador de Lula, la decisión sobre el pedido de prisión
preventiva del ex presidente avanzada por la fiscalía paulista. Moro, juez federal de primera instancia a cargo de la causa
por corrupción en Petrobras, ordenó hace dos semanas que la
Policía Federal interrogue a Lula por su presunta vinculación
con la organización delictiva que estafó a la petrolera estatal
en unos 2.000 millones de dólares.
Por su parte, el juez Teori Zavascki, expositor de la
investigación "Lava-Jato" en el Supremo Tribunal Federal (STF)
de Brasil, dio la bienvenida esta mañana al acuerdo de "delación
premiada" firmado con la fiscalía general por el senador del
Partido de los Trabajadores (PT), Delcidio Amaral. Amaral -arrestado en noviembre pasado por tratar de
obstaculizar el trabajo de los investigadores- decidió
"colaborar" con la justicia a cambio de un descuento de la pena,
pero estará obligado a devolver a las arcas del Estado unos 1,5
millones de reales fruto de los sobornos.
Según algunos medios de prensa, el senador "arrepentido"
habría dicho que fueron Rousseff y Lula quienes intentaron
interferir en el desarrollo de las investigaciones contra la
corrupción. Además, por el silencio del senador, el ministro de
Educación, Aloizio Mercadante, le habría ofrecido "dinero". Otros nombres mencionados por Amaral son los del líder de la
oposición, Aécio Neves, acusado de recibir sobornos, así como
miembros del partido PMDB, aliado del gobierno. (ANSA).
BRN-ADG/MRZ
15/03/2016 19:37
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