(ANSA) - SAO PAULO, 15 MAR - El ex presidente de Brasil Luiz
Inacio Lula da Silva ingresará al gabinete de la mandataria
Dilma Rousseff como ministro a cargo de la Secretaría de
Presidencia, que le da el rol de las relaciones con el
Parlamento, lo que lo pone a resguardo de la investigaciones de
la Justicia. Lo anunció hoy la cadena de televisión O Globo, y el dato fue
confirmado por fuentes cercanas al gobernante Partido de los
Trabajadores (PT). Lula, de 70 años, sucederá al ministro Ricardo Berzoini, ex
dirigente sindical del PT y amigo personal del ex presidente. Será el primer ex presidente en convertirse en ministro en la
historia reciente de Brasil.
acepta ser ministro y queda blindado de investigación
El ex sindicalista aceptó la propuesta de Rousseff para
sumarse a su Gobierno y quedar "blindado" pues el nombramiento
le hará gozar de cierta inmunidad ante las incisivas causas de
corrupción. Según la opositora cadena O Globo, Lula avisó a varios
militantes de su partido el lunes que decidió aceptar la
invitación "para integrar un ministerio y volver a trabajar en
el Palacio de Planalto", la sede del ejecutivo brasileño, antes
de una reunión prevista para este martes en Brasilia con
Rousseff. El principal índice de la bolsa de Brasil, el Bovespa, cayó
casi un 4% y la moneda, el real, se debilitaba un 2% frente al
dólar tras conocerse la novedad. El ex jefe de Estado (gobernó entre 2003-2010) quedaría así a
resguardo de la justicia ordinaria que investiga supuestos
delitos vinculados al escándalo Petrobras, lo que también podría
respaldar a su sucesora, amenazada a su vez de un juicio de
destitución. El lunes, un tribunal de Sao Paulo transfirió al juez federal
Sergio Moro, que lleva la causa de Petrobras, una denuncia y
pedido de prisión preventiva en contra del ex mandatario por
lavado de dinero y ocultación de bienes. Una vez que esté en el puesto de manera formal, el caso de
corrupción en el que se investiga a Lula da Silva pasaría de las
manos del juez Moro a la Corte Suprema de Brasil.
La intención de Lula es ayudar a la jefa de Estado a
"enfrentar el impeachment" (juicio de destitución) que la
oposición quiere abrirle en el Congreso por presunta
adulteración de las cuentas públicas. En las últimas horas circularon rumores en la prensa
brasileña sobre el ingreso de Lula al gobierno de Brasil y ya
muchos periódicos y portales en Internet hablaban del cargo de
canciller para el ex gobernante y líder del Partido de los
Trabajadores.
"Sería el lugar correcto para Lula, en cuando es capaz de
atraer nuevas inversiones extranjeras", escribió el sitio de O
Globo, que citó fuentes cercanas el dirigente político.
Fuentes del Partido de los Trabajadores sostuvieron que Lula
se habría convencido de ocupar un cargo tras las protestas
contra el gobierno el domingo pasado, y después de que el juez
de Sao Paulo volviera a poner en manos de Moro, gran acusador de
Lula, la decisión sobre el pedido de prisión preventiva del ex
presidente avanzada por la fiscalía paulista. Moro, juez federal de primera instancia a cargo de la causa
por corrupción en Petrobras, ordenó hace dos semanas que la
Policía Federal interrogue a Lula por su presunta vinculación
con la organización delictiva que estafó a la petrolera estatal
en unos 2.000 millones de dólares.
Por su parte, el juez Teori Zavascki, expositor de la
investigación "Lava-Jato" en el Supremo Tribunal Federal (STF)
de Brasil, dio la bienvenida esta mañana al acuerdo de "delación
premiada" firmado con la fiscalía general por el senador del
Partido de los Trabajadores (PT), Delcidio Amaral. Amaral -arrestado en noviembre pasado por tratar de
obstaculizar el trabajo de los investigadores- decidió
"colaborar" con la justicia a cambio de un descuento de la pena,
pero estará obligado a devolver a las arcas del Estado unos 1,5
millones de reales fruto de los sobornos.
Según algunos medios de prensa, el senador "arrepentido"
habría dicho que fueron Rousseff y Lula quienes intentaron
interferir en el desarrollo de las investigaciones contra la
corrupción. Además, por el silencio del senador, el ministro de
Educación, Aloizio Mercadante, le habría ofrecido "dinero". Otros nombres mencionados por Amaral son los del líder de la
oposición, Aécio Neves, acusado de recibir sobornos, así como
miembros del partido PMDB, aliado del gobierno. Una fuente del PT consultada por la prensa brasileña insistió
en que el regreso de Lula al gobierno no busca protegerlo con
fueros especiales de la investigación sobre los desvíos en
Petrobras, que ya le valieron un pedido de prisión preventiva
sobre la que aún debe pronunciarse próximamente el juez Sergio
Moro, a cargo del caso. "No tiene sentido, en este clima tenso, que Lula asuma y en
caso de que el gobierno caiga deje la imagen de alguien que
quiere escapar a la justicia", indicó el informante.
BRN-ADG/MRZ
15/03/2016 20:44
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