Por Darío Pignotti
(ANSA) - BRASILIA, 31 MAR - La presidenta brasileña Dilma
Rousseff volvió a cuestionar el "impeachment" impulsado por la
oposición en el Congreso, al cual comparó con el golpe de estado
militar del que hoy se cumplen 52 años. "En cada momento histórico el golpe asume una cara distinta,
en los años 60 y 70 tuvieron la forma tradicional que era la de
la intervención militar, ahora la forma es ocultar el golpe a
través de procesos aparentemente democráticos", sostuvo
Rousseff. La presidenta pronunció un discurso de poco menos de 20
minutos en el Palacio del Planalto en el que dijo: "hoy quise
recordar lo que hice el día del golpe" el 31 de marzo de 1964,
cuando los militares derrocaron al presidente constitucional
Joao Melchior Goulart. En la ceremonia participaron intelectuales, académicos y la
periodista Rose Nogueira, "ella fue mi compañera de celda en el
presidio de Tiradentes", recordó Rousseff. La mandataria fue prisionera política durante tres años, a
comienzos de la década de 1979, por haber integrado una
organización armada que enfrentó al régimen de facto. Según Rousseff, los golpes militares no son iguales a los
que, según su parecer, se cometen en la actualidad, pero tanto
en uno como en otro se violan las garantías democráticas. "Ahora se usa un pedazo de la democracia para realizarlos, en
el pasado a la dictadura la llamaron revolución, ahora le ponen
un colorido democrático al golpe" y lo denominan "impeachment",
insistió. Sostuvo que no hay una base factual para que se le sustancie
el enjuiciamiento pues no cometió ningún "crimen de
responsabilidad". Y afirmó que desde octubre de 2014, cuando elle fue reelecta
la oposición apuesta al "cuanto peor mejor" para alimentar un
clima de inestabilidad que impida la gobernabilidad. Para Rousseff, el intento de sacarla del gobierno es producto
de un ambiente de "intolerancia" política al que comparó con el
que imperaba en el nazismo contra los judíos. Como ejemplo citó el caso de la médica que dejó de atender a
un niño, que era su paciente habitual, en represalia porque sus
padres simpatizan con el gobierno. Y luego alertó sobre un incipiente "fascismo" que comenzaría
a crecer en parte de la opinión pública. Entre tanto, la oposición no coincide con Rousseff sobre la
naturaleza del "impeachment" un instituto que está contemplado
en la Constitución de de 1988, tres años después del fin de la
dictadura. El ex presidente Fernando Henrique Cardoso, líder del
opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), afirmó
hoy que el impeachment no es golpe sino "un remedio
institucional" que debe ser aplicado contra Rousseff. El jurista Miguel Reale Júnior, ministro de Justicia durante
el gobierno de Cardoso, afirma que es "un engaño, es una
deshonestidad ideológica e intelectual considerar que el
impeachment es una forma de golpe". Reale y su colega Janaina Paschoal son los autores del
pedido de "impeachment" que se tramita desde hace dos semanas en
una comisión especial de la Cámara Baja. Paschoal dijo ayer en esa Comisión que el juicio por
impedimento contra Rousseff se sustenta en varios "crímenes de
responsabilidad" como el haber encubierto gastos públicos. Lo cual, dijo Paschoal, fue una "violación de la ley
presupuestaria, y esto está previsto en la Constitución". "Más allá de lo que se diga la verdad es que nosotros, los
ciudadanos comunes, fuimos víctimas del golpe dado por el
gobierno a través de sus crímenes de responsabilidad", abundó
Paschoal . Las intervenciones de Reale y Paschoal fueron aplaudidas por
los legisladores de los opositores PSDB y Demócratas, que fueron
insultados por miembros del oficialista Partido de los
Trabajadores, lo cual originó tumultos y forcejeos.
DCP-ADG/ACZ
31/03/2016 20:41
|