SANTIAGO DE CHILE, 10 (ANSA) - La presidenta chilena,
Michelle Bachelet, anunció hoy que el proceso de reformas
profundas con que inició su segundo mandato en marzo de 2014
sufrirá un reordenamiento producto de la desaceleración
económica que impactará las arcas fiscales.
Aunque ratificó su compromiso con la gratuidad de la
educación, "la más emblemática de nuestras reformas", Bachelet
afirmó al respecto que seguirán avanzando por esa senda "en
medida que la economía vaya creciendo y la disponibilidad de los
recursos fiscales" lo permitan.
En cuanto a la gratuidad de la educación superior, "yo
reitero y reafirmo mi compromiso de no detener el avance hacia
la gratuidad universal a pesar del escenario económico adverso". "Más allá de lo que va a ser la gratuidad por vía
presupuestaria, nosotros vamos a enviar en este segundo semestre
el proyecto de mejora de educación superior en su conjunto,
donde se trata de calidad, gratuidad, acreditación y un conjunto
de otras medidas", añadió. Sobre la reforma tributaria, aprobada el año pasado para
obtener financiamiento para la educación, precisó que "aunque ya
esté aprobada", hay que ver la forma en que se implementa.
Asimismo, confirmó las medidas de austeridad fiscal. "Ya
hemos tomado una serie de medidas administrativas, pero también
le he instruido al ministro de Hacienda que estudie fórmulas
para que las autoridades del Estado limiten el reajuste de
remuneraciones a la meta de inflación establecida por el Banco
Central". En relación a la salud, explicó que "mantenemos el compromiso
de mejorar el sistema de Isapres" (sistema de salud privado),
aunque advirtió que la prioridad es tener 20 hospitales
construidos al final de su Gobierno, además de avanzar en
reducir las listas de espera a través de la contratación de
especialistas. En el ámbito de las relaciones laborales -cuyo proyecto de
reforma ya fue aprobado por la Cámara baja- afirmó que "no vamos
a renunciar a nuestra convicción de que no va a haber suficiente
equidad y desarrollo si no somos capaces de modernizar y
equilibrar de mejor manera las relaciones entre trabajadores y
empleadores". Bachelet anunció finalmente que para el proceso
constituyente, que debiera terminar con una nueva Carta
Fundamental que reemplace a la de 1980 dictada bajo la
dictadura, instruyó a los ministros del comité político "que
empiecen a la brevedad las conversaciones con los distintos
sectores para comenzar a crear las condiciones del diálogo, que
faciliten el inicio de la marcha del proceso".
MBA-MAC/ACZ
11/07/2015 17:08
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