SANTIAGO DE CHILE, 18 (ANSA) - A sólo dos semanas de la
consagración de Chile en la Copa América como anfitrión del
torneo, la violencia volvió a decir presentes en los estadios,
devenidos en verdaderos campos de batalla por acción de las
denominadas barras bravas.
El remodelado estadio Sausalito de Viña del Mar, donde
debutaron hace un mes las selecciones de México y Bolivia en el
torneo continental, sufrió daños millonarios tras los violentos
enfrentamientos entre fanáticos que ingresaron con extrema
facilidad a la cancha y obligaron a suspender el partido. Se creía que se trataba de un incidente aislado, pero cuatro
días después, en el sureño estadio de Talca, barras de
Universidad de Chile chocaron con carabineros en el entretiempo
del partido con Rangers.
El partido, en el que el equipo universitario se imponía por
2-0, también debió ser suspendido por los enfrentamientos, que
dejaron un saldo de siete aficionados y un policía heridos y una
veintena de detenidos. Los hechos llevaron a que la Intendencia Metropolitana
suspendiera dos partidos de este fin de semana por Copa Chile y
a incrementar las restricciones en torno al clásico de mañana
entre Universidad de Chile y Colo Colo, cuyas barras, "Los de
Abajo" y la "Garra Blanca", mantienen una antigua rivalidad.
Los clubes, la Asociación Nacional del Fútbol Profesional
(ANFP), Carabineros y el gobierno, encargado del Plan Estadio
Seguro, rivalizan unos con otros respecto de a quién le
corresponde la responsabilidad por la seguridad en los recintos
deportivos. El Jefe de Estadio Seguro, José Roa, reconoció que "no
resulta sensato escuchar declaraciones que dejan la sensación de
que se están tirando la pelota unos a otros" y apuntó a que "nos
interesa que la organización otorgue las garantías suficientes". El director nacional de Orden y Seguridad (S) de Carabineros,
general Christian Fuenzalida, responsabilizó directamente a los
clubes de fútbol profesional, a "los que oportunamente le
dijimos que requerían de personal especialmente preparado". "Nosotros estamos viendo que lamentablemente los principales
perjudicados son nuestros carabineros que resultan lesionados,
que resultan agredidos, nada más que porque no se ha cumplido
una norma como corresponde de manera responsable", acusó
Fuenzalida. Frente al reclamo de los dirigentes del fútbol de más
policías, el uniformado fue enfático: "Carabineros tiene todos
sus recursos a disposición de la ciudadanía. Vemos a diario las
necesidades, cómo la gente clama por mayor presencia de
Carabineros, pero en las poblaciones, en los barrios, no en un
recinto deportivo que alberga un evento privado". Frente a las denuncias de excesos policiales, Fuenzalida
detalló: "Estamos preparados para enfrentar delincuentes, cuando
ocurren estas cosas son delincuentes, son hechos que lamentamos
mucho, pero estamos para enfrentar a los delincuentes y, no lo
deseamos, pero tenemos que asumirlo como tal". Insistió en la responsabilidad de los clubes: "Hay problemas
serios en los controles de acceso a los estadios, en los últimos
ha sido una explicación recurrente que el control de acceso
-donde se debe contrastar la cédula de identidad con la persona
que está efectivamente ingresando- no se lleva a la práctica". "Se argumenta que se caen los sistemas en línea que
permitirían verificar (identidad). Entonces, claramente una de
las necesidades para evitar que los delincuentes ingresen a una
tribuna es que estos sistemas estén funcionando perfectamente",
agregó. "Para ello es necesario probarlos, es necesario poner
empresas serias para que se han cargo de esto", manifestó el
director nacional de Orden y Seguridad (S). El presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional
(ANFP), Sergio Jadue, destacó: "Estamos indignados con estos
nuevos episodios porque el fútbol chileno ha demostrado que
puede organizar grandes eventos y hemos realizado enormes
esfuerzos por acabar con estos hechos para que vuelvan las
familias" a las canchas. Jadue dijo que el plan Estadio Seguro y la nueva Ley de
Derechos y Deberes en el fútbol profesional "tienen una
intención positiva, pero el foco debe ser tomar a estos 200 ó
300 tipos en el país para sacarlos definitivamente de los
estadios".
"Como fútbol no los queremos más. Espero que tampoco lo
quieran los tribunales de justicia, agregó Jadué, quien de paso
criticó el trabajo parlamentario: "No escatimaremos en gastos
para resolver el problema. La ley es imperfecta. Me hubiese
gustado ser más escuchado en las comisiones en el Parlamento". Jadué anunció que el martes entregará una propuesta en la que
muchos puntos de compromisos anteriores se repiten, como ser
Registro nacional de barristas, mesa de trabajo con autoridades,
retorno de Carabineros, posibilidad de jugar sin público
visitante, apoyo a clubes para combatir la violencia, campañas
educativas y nuevo gerente de competiciones con funciones
relacionadas en prevenir y combatir la violencia.
MBA-RFL/MRZ
18/07/2015 19:18
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