Por Margarita Bastías
SANTIAGO DE CHILE, 1 (ANSA) - El cardenal y ex arzobispo de
Santiago, Francisco Javier Errázuriz, reconoció ante la justicia
chilena no haber creído a las denuncias de tres víctimas de
abusos sexuales del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima.
El actual asesor del Papa Francisco prestó declaraciones
durante cinco horas en la tarde del miércoles ante el juez Juan
Manuel Muñoz.
El magistrado investiga la demanda civil por encubrimiento en
contra del arzobispado de Santiago presentada por el médico
James Hamilton, el filósofo José Murillo y el periodista Juan
Carlos Cruz. Los demandantes piden una indemnización de 579.999
dólares y un perdón público por los hechos ocurridos entre los
años 80 y 90. En la diligencia realizada en la casa del cardenal estuvieron
presentes dos de los querellantes, Hamilton y Murillo junto a su
abogado Juan Pablo Hermosilla.
En las 22 carillas del testimonio de Errázuriz, difundidas
por Canal 13, se lee que el ex arzobispo de Santiago no creyó a
los denunciantes porque le resultó inverosímil lo que ellos
afirmaban.
"En esa época la fama del padre Karadima era extraordinaria,
tenía hasta fama de santo, con tal fama lo que era cierto, es
decir la denuncia en esa época no la creí", justificó el prelado
respecto del ex párroco que había entregado muchas vocaciones a
la Iglesia, entre ellos cinco obispos actuales. El ex arzobispo rechazó por otra parte haber encubierto al
poderoso sacerdote que tejió una red de poder y dinero en su
entorno.
"Le restaba valor porque eran denuncias que llegaban sin
prueba, además estaba el prestigio de Karadima" y por otro lado
"era difícil asimilar que personas adultas durante años hubieran
sido abusadas sin denunciarlo", precisó. Teniendo en cuenta a "la perspectiva actual de la
psicología", añadió, "se entiende que el abusado es incapaz de
acusar a su abusador, o por lo menos tiene mucha dificultad".
Consultado por la decisión de retirar a Karadima de la
parroquia El Bosque, negó que haya sido una sanción por las
denuncias en su contra, precisando que sólo siguió las
disposiciones del derecho canónico, que "ruega" a todos los
párrocos que cumplen 75 años a que presenten su renuncia.
"En diciembre de 2005 le pedí que renunciara, no era una
destitución, porque no se puede destituir a un párroco sin un
juicio canónico. Le rogué que presentara su renuncia. El
presentó muchos reparos y me costó convencerlo", afirmó, aunque
ya conocía las tres denuncias. El cardenal confirmó por otro lado que nunca recibió ni
acogió a los denunciantes porque "después de haber sido por años
pastor de la Iglesia de Santiago, en este caso debía obrar como
juez".
Sí se reunió con Karadima, pues, dijo, el derecho canónico
pide que "se informe al acusado que se esta haciendo un proceso
en contra de él". Detalló que cuando le informó estuvieron los
más leales seguidores del párroco, Juan Esteban Morales y Andrés
Arteaga, actual obispo auxiliar de Santiago.
Errázuriz reconoció que no sólo el prestigio de Karadima
incidió en que no le creyera a las víctimas sino que también los
argumentos de Artega, quien había estado en El Bosque al mismo
tiempo que los denunciantes.
En cuanto a las gestiones para que Juan Carlos Cruz no
asumiera en la comisión pontificia de Protección de Menores,
alega que esa información apareció en una correspondencia
privada que fue vulnerada. No obstante, respondió: "sí es
efectivo que intervine para que no fuera nombrado". Por petición del juez, explicó que "yo trabajé seis años en
la Santa Sede y conozco los criterios para tales nombramientos
en oficios delicados. Don Juan Carlos Cruz no los cumplía, más
exactamente, no cumplía uno de ellos". Se negó a entregar el criterio que el periodista no cumplía.
"No me corresponde a mi hacer públicos, criterios de la Santa
Sede" y lo mismo respondió cuando se le pidió indicar con quién
tomó contacto en el Vaticano para impedir el nombramiento de
Cruz en dicha Comisión.
MBA/ACZ
01/10/2015 21:11
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