Por Margarita Bastías
(ANSA) SANTIAGO DE CHILE, 5 DIC - La mitad de la población
chilena pertenece a la clase media, de acuerdo a la Asociación
de Investigadores de Mercado (AIM), que actualizó los datos de
la Encuesta Socioeconómica (Casen), una situación inédita para
el país sudamericano.
La investigación hizo una nueva categorización aumentando de
siete a 10 los tradicionales Grupos Socioeconómicos (GSE)
-medidos según sus niveles de ingresos.
Los estratos medios C2 (clase media típica) y C3 (clase media
baja) suman el 47 por ciento de la población chilena de 17
millones de habitantes superando por primera vez a los sectores
bajos -D, E1 y E2- que conforman el 37 por ciento. Los sectores
altos (A, B1, B2, C1a, C1b) representan el 16 por ciento. "Evidentemente en Chile hay más clase media que la que había
hace 30 años. Todos los grupos se han movido a mayores ingresos,
antes estábamos concentrados en sectores vulnerables y hoy ese
volumen de gente que estaba en el fondo de la pirámide está en
un segmento mejor como el C3", señaló el presidente de la AIM,
Cristián Lehuedé.
En su opinión, en la medida que el país continúe
desarrollándose, los sectores medios "irán ganando más terreno". A partir de 1980, los investigadores de mercado comenzaron a
hacer esta caracterización socioeconómica que se aparta a la de
la Casen que agrupa a la población de acuerdo a quintiles. El
interés por contar con una división de estratos partió por la
publicidad para conocer las pautas de consumo y dirigir el
mensaje de acuerdo a cada segmento. Inicialmente eran siete categorías (A, B, C1, C2, C3, D, E),
pero ahora requirieron segmentar más "por la dificultad que
existe hoy de discriminar por bienes y servicios, ya que la
sociedad ha evolucionado a una mayor capacidad de consumo",
explicó Lehuedé. Así surgieron tres nuevas categorías de ingresos para
estratos altos (B1, B2) y bajos (E1, E2) incorporándose además
una nueva metodología que combina los ingresos totales del hogar
con el número de sus integrantes.
Previo a este cambio, la calificación se realizaba tomando en
cuenta el acceso a bienes y servicios de los hogares.
El escaner a las clases sociales ratificó la profunda
desigualdad de la sociedad chilena que incluso se marca a nivel
territorial. Vitacura es una comuna exclusiva donde viven los
ricos (Vitacura), en el oriente de la capital. Al poniente se
ubican los pobres.
Por ingresos, en la punta de la pirámide está el grupo A, que
representa el 0,3 por ciento de la población y cuyos ingresos
son de 8.641 dólares per cápita. B1 (clase alta) corresponde el 0,6 por ciento con un ingreso
per cápita de 4.045 dólares; B2, el dos por ciento, con un per
cápita de 2.750 dólares.
C1a (clase media alta), el 4 por ciento, y un ingreso de
1.697 dólares; C1b (clase media emergente), 8,9 por ciento, con
1.052 dólares; C2 (clase media típica), el 17,9 por ciento y 645
dólares; C3 (clase media baja), el 29,1 por ciento y 407
dólares. En el final de la pirámide, el grupo D (vulnerable) con el
24,2 por ciento y 257 dólares por persona. El grupo E1 (pobre),
con el 8,9 por ciento y 165 dólares, y E2 (extrema pobreza), con
el 4 por ciento y 94 dólares por persona.
Los datos revelaron amplias diferencias en los niveles de
participación en el gasto. El segmento AB concentra el 21 por
ciento del total del gasto a nivel nacional en tanto el grupo
mayoritario C3 acapara el 18 por ciento del gasto. El estrato D
suma el 9% de ese desembolso a nivel nacional. Esta inequidad también se da en el transporte. El 86 por
ciento de la clase alta cuenta con vehículos; en la clase media,
un 32 por ciento y en el estrato vulnerable, un 22 por ciento. En viviendas, la clase alta tiene una superficie promedio per
cápita de 59 metros cuadrado;, la clase media, 33 metros
cuadrados, y los pobres 21.
En conectividad, el 91 por ciento de los hogares de clase
alta cuenta con banda ancha y un 84 por ciento tiene celular con
contrato. En la clase media típica un 57 por ciento tiene banda
ancha y un 58 por ciento celular prepago. En el grupo vulnerable
y pobre, el 75 por ciento usa teléfono prepago gana, mientras el
uso de banda ancha sólo llega a 33 y 23 por ciento.
El 73 por ciento del AB cuenta con servicio doméstico; en la
clase media emergente baja a 26 por ciento, y en la clase media
típica a un 4 por ciento. La contratación de este servicio es
nulo en los estratos bajos.
MBA-ADG/ACZ
05/12/2015 17:45
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