Por Margarita Bastías
(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 10 DIC - El Premio Nobel de
Literatura otorgado hace 70 años por la Academia Sueca a la
poetisa chilena Gabriela Mistral ha dejado en evidencia lo poco
leída de su obra en Chile, donde ha sido reducida a las rondas
infantiles y sus poemas sobre los niños.
La estatura de la Mistral es más reconocida en el extranjero
que en su tierra y sólo en seminarios acotados a grupos selectos
se ahonda en la mujer latinoamericana valiente que traspasó las
fronteras y se adentró en temas sociales y políticos con gran
profundidad. Se codeó no sólo con grandes de la literatura de su
tiempo, sino que también con intelectuales buscando las raíces
del continente.
La bailaora de flamenco, Natalia García Huidobro, y su
Compañía La Típica, estrenaron en el Centro Cultural Gabriela
Mistral "La Extranjera", poema incluido en su libro Tala, que
publicó en Argentina, agrupando poemas que escribió en parte en
México y que dedicó a los "niños españoles dispersados a los
cuatro vientos", víctimas de la Guerra Civil Española. Tres bailarines, tres cantaores y un guitarrista -que ya se
presentaron en Madrid y Londres- dan vida a este homenaje a la
maestra chilena nacida en el valle del Elqui (450 kilómetros al
norte de Santiago), que el 10 de diciembre de 1945 honró a Chile
y Latinoamérica al recibir el Premio Nóbel de Literatura de
manos del rey Gustavo V de Suecia. Era la primera mujer y la
primera de letras hispanas que recibía la máxima distinción de
las letras. Natalia García Huidobro reconoce que "por mi historia, yo
también soy emigrante (hace 13 años que vive en España y antes
en México), de alguna manera encontré una relación con su
historia y el desarraigo que ella lo trata muy poéticamente". Comparte con ANSA que en Chile ha sido "muy postergada, muy
relegada y lo demuestra su historia misma: ella se fue del país,
le dan el Premio Nóbel y sólo seis años después la reconocen con
el Premio Nacional; después toda su historia infantil, el
misterio de su sexualidad, que a mí no me interesa porque es de
su ámbito personal, pero toda esta relación si era lesbiana o
no, que si se casaba o no, afortunadamente ella mantuvo su vida
en forma privada, lo que me hace respetarla mucho más". Inicialmente, cuenta la bailaora, la Mistral "me parecía una
escritora ingenua y de repente me encuentro con este torrente de
talento, de inteligencia; una mujer política, adelantada a su
época, profundamente perceptiva y con una especie de genialidad
de adelantarse en el tiempo". "Imagínate una mujer del campo que es capaz de generar toda
esa revolución en la educación. Si se murió hace 60 años,
significa que hace 100 años ella ya estaba hablando de los
derechos infantiles, de los derechos de las mujeres, sin caer en
un feminismo "romanticón", como ella misma lo dijo, que no
estaba defendiendo un partido", apunta la artista. "Yo la admiro profundamente, he descubierto a una poetisa que
es muy grande, que no la conocemos en este país. Yo vivo en
España donde es mucho más estudiada, más reconocida, se conocen
todos sus escritos y no ha quedado relegada a una poetisa de
rondas infantiles", resalta. Consultada de por qué cree que no ha sido querida por los
chilenos ni se le ha brindado todo el reconocimiento que se le
debe por honrar a su pueblo con sus escritos brillantes, Natalia
responde a secas: "Chile hace eso a su gente".
"Este país, yo pienso, tiene que haber alguna cosa
antropológica de nuestra historia, porque algo pasa siempre con
estos personajes que son reconocidos afuera, primero, y después
vienen y hacen un monumento en Chile", finalizó.
MBA/MRZ
10/12/2015 19:05
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