Por Margarita Bastías
(ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 9 ENE - Chile es un país expuesto
a movimientos telúricos, eventuales tsunamis y estallidos
volcánicos, pero pese a esa realidad "no hay que sentirse
víctimas" y tomar recaudos, afirmó un experto en esos fenómenos naturales.
No debemos sentirnos víctimas por esos fenómenos naturales",
aseveró a ANSA Rodrigo Alvarez, el presidente del Servicio
Nacional de Geología y Minería, ente conocido como Sernageomín.
Al comentar la actividad constante que se vivió el calendario
pasado el país, el experto, un abogado especialista en cuestiones ambientales, sostuvo que "no fue un año
particularmente grave, porque la naturaleza de la corteza
terrestre es así en Chile".
"Es un país sísmico, con 90 volcanes activos, con el tramo de
mayor actividad del Arco Volcánico entre las regiones del Bío
Bío y Los Lagos, con pendiente fuerte entre la cordillera de los
Andes y el mar, etcétera", afirmó.
Añadió que para contrarrestar la tendencia a creer cada año
que lo más reciente es lo peor, se elaboró un registro de
desastres de origen geológico, que incluye todos los eventos
desde la década de 1980 en adelante.
"Ahí uno se puede dar cuenta de que cada año hay muertes y el
fisco debe financiar reconstrucciones", ejemplificó.
El entendido destacó los avances que ha habido desde el
terremoto de 1960 -el más grande la historia, con 9,8 grados
(máximo 10) en Valdivía- y su secuela en la erupción del Cordón
Caulle unas horas después.
"El país ha perfeccionado acumulativamente su normativa
antisísmica. Eso lo hace un país destacable. Pero al mismo
tiempo, si sólo analizamos nuestra situación sin compararnos, es
indudable que hay tareas pendientes en materia de generación de
información para zonificar los peligros, y ordenar el uso del
suelo a través de mapas de peligros vinculantes para las
decisiones sobre construcción", detalló Alvarez. Aunque en el extranjero se valora la experiencia chilena, el
experto cree que en Chile "falta más conciencia para no hacernos
víctimas ante los fenómenos de la naturaleza".
"Hay responsabilidades diversas. Por un lado, se requiere un
plan para generar información de los peligros de origen
geológico y al mismo tiempo normativa para planificar y
gestionar el uso del territorio, incluyendo obras de mitigación.
Eso concierne al Estado", mencionó. Expresó enseguida que también hay una responsabilidad de los
medios de comunicación, para tratar con seriedad y continuidad
estos temas.
"En general se actúa con alarmismo y desconocimiento. Se
tiende a decir que somos víctimas de la naturaleza, sin
conciencia de que las pautas de comportamiento de los distintos
fenómenos geológicos -sismos, maremotos, remociones en masa como
aluviones, desbordes de cauces, lahares- son descifrables a
través de los estudios", amplió.
"Lo que pasa y lo que pasará, es lo que ha pasado antes en la
corteza terrestre. Los procesos se repiten. Somos las personas
las que no sabemos utilizar adecuadamente al territorio",
sentenció.
En tanto, el complejo volcánico Nevados de Chillán continuaba
hoy con pulsos débiles de ceniza y vapor por lo que el alerta
amarillo se mantenía, informó el Sernageomín. El ente a cargo de la vigilancia de los 90 volcanes activos
en Chile explicó que el fenómeno que se inició la tarde del
viernes continuará, mientras la Oficina Nacional de Emergencia
(Onemi) recomendó un radio de exclusión de un kilómetro en torno
a los cráteres, ubicados a 400 kilómetros al sur de Santiago.
"Nueva emisión de cenizas de corta duración relacionado con
actividad de sistema hidrotermal. Los pulsos débiles de ceniza y
vapor continuarán", explicó el Sernageomín en su cuenta Twitter. El complejo volcánico Nevados de Chillán es uno de los 90
volcanes activos presentes en Chile, que el año pasado encabezó
las prioridades del Sernageomín entre los seis macizos más
activos junto al Antuco, Copahue, Callaqui, y el cordón formado
por los volcanes Tolhuaca y Lonquimay. La parte más activa del Arco Volcánico (franja que alinea a
los volcanes en la Cordillera de los Andes) en América del Sur
se encuentra precisamente entre el Nevados de Chillán y el
Calbuco, macizo que en abril pasado hizo erupción sorprendiendo
a los turistas que escalaban la montaña.
La más reciente erupción de importancia del complejo de
Chillán (que incluye un conjunto de volcanes y centros de
emisión de 7.5 kilómetros de longitud) ocurrió en 1973 y fue de
magnitud relativamente baja, con emisión de lava. En 2003 y
luego en 2008 y 2009, ocurrieron pequeños pulsos de actividad
muy menor, cuyo efecto fue transitorio y de impacto muy acotado
a la parte alta del edificio volcánico, sin que se
interrumpieran las actividades turísticas en las Termas de
Chillán, de gran atracción por sus pistas de esquí.
MBA-ADG/MRZ
09/01/2016 20:01
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