BOGOTA, 20 (ANSA)- La avalancha que acabó con la vida de 78
personas en la población rural de Salgar, noroeste de Colombia,
pudo ser advertida, aseguró hoy un alto funcionario de Naciones
Unidas. Se trata de Ricardo Mena, jefe de la Oficina Regional para
las Américas de la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción
del Riesgo de Desastres (Unisdr). Mena sostuvo que "este es un hecho que podría haberse
anticipado" ya que Salgar históricamente "ha sido afectado en el
pasado por estas lluvias torrenciales en muchas ocasiones", al
señalar que otras avalanchas, sin las mismas consecuencias, se
registraron en 1944, 1960, 1971, 1984 y 2011. El lunes anterior el represamiento de aguas y el
desprendimiento de tierras generaron una avalancha de lodo y
piedras que rodó desde la parte superior de la montaña hasta la
pequeña población de Las Margaritas, jurisdicción de Salgar,
arrasando con viviendas, puentes, calles y la vida de 78
personas, en lo que parecía ser una tragedia anunciada. Dos diarios locales revelaron hoy que en el actual Plan de
Desarrollo de Salgar estaba claro el riesgo que corrían las
familias que vivían al margen del río La Liboriana, cuyo cause
sirvió a la avalancha, en caso de fuertes lluvias y advertía de
la amenaza de un eventual desastre natural. El periódico El Colombiano, de Medellín, capital de
Antioquia, departamento al que pertenece Salgar, sostuvo que la
Alcaldía del municipio afectado se había propuesto realizar
"obras de mitigación en zonas de alto riesgo y la reubicación de
viviendas localizadas en las zonas de alto riesgo no mitigable". Sin embargo, la alcaldesa de Salgar, Olga Osorio, no realizó
lo que se había propuesto en su propio Plan de Desarrollo y
tampoco priorizó o pidió apoyo para tal fin a la Gobernación de
Antioquia o al gobierno nacional. La Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia,
encargada del manejo ambiental, en un estudio reciente ubicó a
Salgar en riesgo ante eventuales avalanchas, junto a otros 23
municipios del departamento. Salgar, como muchas poblaciones del país, está edificado
sobre la falda de una montaña y muy cerca de un río, una zona
inestable pero rica para la agricultura, en particular para la
siembra de café, el motor económico de esa región. Mena dijo que Colombia modificó hace dos años el marco
jurídico para mitigar los riesgos por asentamientos humanos en
zonas de laderas o al borde de ríos, que cada año en temporadas
de lluvias se ven afectadas. Sin embargo, el experto admitió que será un trabajo difícil
porque son muchos años los que llevan familias enteras viviendo
en este tipo de zonas, de las que se benefician económicamente. "No es muy fácil reubicar de la noche a la mañana a la
población que está en riveras inundables o potencialmente
afectadas por este tipo de fenómenos a lugares más seguros",
precisó Mena. Agregó que los problemas para un cambio en ese sentido son el
acceso a tierras en zonas de bajo riesgo, el costo de esos
traslados, y el cambio que significaría para esas familias
sacarlas de esas áreas con las que se tiene vínculos sociales,
culturales y económicos y en las que han vivido por años. Mena sugirió, en el entretanto, establecer alertas tempranas
que permitan a ese tipo de población se avisadas en caso de
riesgo y "concientizar" a las autoridades y los gobiernos
locales sobre la prioridad que significa sacar a la población de
este tipo zonas. De acuerdo con el informe más reciente de la Unidad Nacional
de Gestión del Riesgo de Desastres, la cifra de muertos por la
avalancha es de 78 personas, los heridos suman 48 y los
damnificados llegan a 782. Además fueron destruidos o dañados 18 puentes y 126 casas
están en riesgo de presentarse un fenómeno similar.
YK7-MI/MRZ
20/05/2015 20:00
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