Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 1 (ANSA)- Una recopilación de los sonidos, cantos y
arrullos que nueve comunidades indígenas colombianas suelen
utilizar durante la crianza de sus hijos, hacen parte de la
muestra que el país expone en la Bienal de Venecia. Se trata de la audioteca 'De Agua Viento y Verdor', integrado
al pabellón del Instituto Italo-Latinoamericano (IILA),
denominado "Voces indígenas, Cuando la Voz es el Alma de un
Pueblo", que hace parte de la Bienal y dedicada a lenguas
aborígenes en riesgo de desaparecer. La audioteca es el resultado de un proyecto que involucra a
varias instituciones del país que decidieron recoger esos
sonidos con dos grandes objetivos: salvaguardar cantos y voces
al borde de la extinción y hacerlas conocer a niños de
guarderías oficiales. "Es un proyecto sobre la escucha de otras formas de hacer
música y corresponde a nuestras comunidades indígenas", le dijo
a ANSA León David Cobo, el artista sonoro encargado del
proyecto. "Este fue un trabajo que se hizo con mucho respeto desde la
comprensión del mundo indígena y tuvimos mucha suerte porque las
comunidades estuvieron muy interesadas en el tema y abiertas a
este posibilidad", agregó Cobo. Los nueve grupos étnicos que hacen parte de la recopilación
son: Camëntsá, Coreguaje, Embera Chamí, Sáliba, Kokama, Yagua,
Awá, Etenaca y Wiwa. "Es un libro muy hermoso y pionero, no porque no se hayan
grabado antes comunidades indígenas, sino por el reto de
pensárselo para niños, y ese enfoque diferencial le da un matiz
único a este proyecto, pues es una recopilación de músicas,
sonidos y narrativas sonoras de cada comunidad que dan cuenta de
su cosmogonía y que son las que ellos les cantan a sus niños en
periodo de infancia", agregó el artista. 'De Agua Viento y Verdor', además del libro, incluye nueve
discos compactos con relatos, cantos, arrullos propios de la
tradicional oral de esos pueblos de origen, acompañados con
fotografías y textos en las lenguas correspondientes a cada
grupo y en español que explican mitos y costumbres alrededor del
embarazo, la crianza y educación de los niños. Cobo resaltó la importancia que tiene para los menores de
guarderías públicas poder tener acceso a este tipo de sonidos,
al señalar que tenemos un oído "muy occidental" porque la música
que escuchamos en la actualidad tiene su origen en el siglo XIX,
"es una música tonal europea, así está hecha la música en
general". "Tener la posibilidad de escuchar estas otras formas de
cantar, otras formas temporales, en el espacio y en la forma me
parece muy valioso que la tengan los niños, porque les permite
entrar en un campo de diversidad valioso, con músicas nuestras",
precisó Cobo. Destacó que la Bienal de Venecia, que suele ser tan
conservadora, le haya abierto un espacio a las comunidades
indígenas latinoamericanas en este edición, al señalar que esa
decisión que "tiene una postura política desde el arte, por
supuesto". "Para nuestro pueblo, y para todos nuestros hermanos
indígenas, nuestra fortaleza está en nuestros propios dialectos;
y a través del canto y de estas manifestaciones culturales,
estamos reviviendo y fortaleciendo todo este legado. Por eso
tenemos el compromiso de seguir trabajando junto con nuestros
niños, para que puedan tener este tipo de material didáctico",
dijo por su parte Wilson Chindoy Jacanamijoy, miembro de la
comunidad Camëntsá del Valle del Sibundoy, departamento del
Putumayo, sur del país. El proyecto colombiano que se exhibe en la Bienal de Venecia
estará hasta el próximo 22 de noviembre, cuando cerrará sus
puertas la que es considerada una de las apuestas artísticas más
importantes del panorama mundial.
YK7/MRZ
01/06/2015 20:40
|