Por Francisco Forteza
LA HABANA, 2 (ANSA)- El gobierno del presidente Juan Manuel
Santos y las FARC buscan desde hoy Y hasta el jueves acuerdos
mutuamente aceptables que puedan aliviar las tensiones bélicas,
las cuales treparon a un clímax en Colombia. El ciclo 37 en marcha en la mesa de conversaciones del
diálogo de paz iniciado en noviembre de 2012, debió terminar el
domingo último, en medio de un agravamiento del conflicto armado
que juega contra el interés de ambas partes de que las
negociaciones no se arruinen. Hoy la delegación de paz guerrillera, en un comunicado que
leyó la portavoz Mireya Andrade, habló de "los contrasentidos de
la política de paz de Santos". De acuerdo con las FARC esas
fueron "unas reflexiones ante la prensa sobre la relación entre
los acuerdos y la discusión en la Mesa, y la situación real del
país".
“La situación social empeora para la gente de aquellas áreas
sometidas a la represión o al olvido. Al contrario, lo que sí
avanza vertiginosamente son las iniciativas neoliberales de
extranjerización de la tierra, de crecimiento del latifundio y
entrega a las trasnacionales", expuso la declaración. Otro "contrasentido" estimado por los insurgentes es que "si
es cierto eso de que el haber colocado a las víctimas en el
centro del diálogo, es un caso único, digno de admiración en la
historia del derecho internacional y de los distintos procesos
de conversaciones para la finalización de conflictos armados
habidos hasta ahora, es momento de dejar atrás la retórica y
comenzar a actuar". En tal contexto, la agrupación mencionó "la importancia de
concretar las líneas fundamentales de la Comisión de
Esclarecimiento y Verdad y de lograr un acuerdo sobre la
reparación integral de las víctimas.
El prolongado diálogo tuvo como telón de fondo hoy un
atentado contra el principal puerto sobre el Pacífico
colombiano, Buenaventura, atribuido a las FARC, y condenado
enérgicamente por el presidente Santos .
El ataque destruyó una torre de conducción eléctrica que dejó
a la ciudad sin energía desde el domingo. Santos calificó la
acción de "puro terrorismo" durante un discurso en Cartagena el
lunes. Se reportaron otros tres ataques en el suroeste colombiano e
fin de semana, también atribuidos a las FARC.
En La Habana, los insurgentes demandaron claramente un
acuerdo inmediato sobre las víctimas porque, explicaron, un año
después de iniciarse "el análisis" de ese tema "aún no hay
ninguna respuesta de solución por parte del gobierno". Sin embargo, todo parece indicar que ninguna de las dos
partes ve como opción al menos inmediata el rompimiento del
diálogo, pese a que las acusaciones mutuas en la capital cubana
y en Colombia van en aumento. Una de las razones evidentes, y al parecer poderosa para
proteger el diálogo son las numerosas peticiones nacionales
colombianas e internacionales por personalidades importantes y
gobiernos de que estas negociaciones lleguen a un final exitoso
pese a cualquier obstáculo, y termine por fin la sangrienta
guerra.
BY2/ACZ
02/06/2015 17:30
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