Por Oscar Escamilla
BOGOTA, 28 (ANSA) - El papa Francisco tuvo un papel
determinante en el desarrollo de las negociaciones del tema de
justicia, que acordaron el gobierno colombiano y el grupo
guerrillero FARC, crucial para la firma de la paz en esa nación
sudamericana. Así lo aseguró hoy Humberto de la Calle, jefe negociador del
gobierno de Juan Manuel Santos, en la mesa de conversaciones con
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), durante
una conferencia de prensa en Bogotá. "El Papa jugó un papel significativo e igualmente
significativo será el papel que tiene que jugar en el futuro. El
Papa conversó en dos ocasiones con el Presidente, estuvo
enterado de los desarrollos en La Habana y sobre todo le ha
brindado un gran apoyo moral al proceso de paz en Colombia",
precisó de la Calle sin entrar en mayores detalles. La versión del vocero del gobierno surge horas después que
Francisco afirmara que se sintió parte del logro alcanzado por
Bogotá y las FARC, al hablar en el avión que lo llevaba de
regreso al Vaticano, tras su gira por Cuba y Estados Unidos. "Cuando tuve la noticia que en marzo habría sido firmado el
acuerdo, dije al Señor, haz que se llegue a marzo con esta
hermosa intención, porque faltan pequeñas cosas pero la voluntad
existe de ambas partes. Tenemos que llegar a marzo con el
acuerdo definitivo: queda aun el tema sobre la justicia
internacional. Quedé contentísimo y me sentí parte porque
siempre quise esto, hablé dos veces con el presidente Juan
Manuel Santos, y la Santa Sede, no sólo yo, era tan abierta a
ayudar", dijo Francisco. De la Calle agregó que el mensaje de paz que ha estado
enviando el Papa en sus diferentes intervenciones y en su
peregrinaje mundial ha contribuido al proceso que se adelanta
con los rebeldes en la capital cubana. "Nosotros creemos, además, que el Papa en su condición de
liderazgo, lo que significa, el mensaje que emite
permanentemente, va a continuar el proceso de la búsqueda de la
paz en Colombia durante todo el tiempo de su papado. Realmente
hubo una presencia significativa desde una perspectiva
espiritual", agregó el vocero colombiano. La semana anterior, Bogotá y las FARC llegaron a un
entendimiento en el modelo de justicia que se aplicará a
aquellos que cometieron crímenes de lesa humanidad, que
conducirá a su confesión, el arrepentimiento y el compromiso de
no repetición a cambio de hasta 8 años de privación de la
libertad, no necesariamente en cárceles. El tamaño del anuncio llevó a que el presidente Santos
viajará a Cuba y diera cuenta de lo aprobado, en compañía del
jefe de las FARC, Timoleón Jiménez, "Timochenko", en un acto en
el también participó el mandatario cubano, Raúl Castro. Además del modelo de justicia, que hacía parte del cuarto
punto acordado de cinco en discusión, Santos y Jiménez se
comprometieron públicamente a sellar la paz antes del 23 de
marzo del próximo año, y a que en un plazo máximo de dos meses
esa organización entregara sus armas. El acuerdo, tildado por diferentes sectores, como "histórico"
para el país, tuvo sus detractores, como lo ha sido en los tres
años de discusión, por sectores tan opuestos como el ex
presidente Alvaro Uribe, el procurador, Alejandro Ordoñez, y el
director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel
Vivanco. Precisamente Vivanco afirmó este lunes que la jurisdicción
especial para el juzgamiento de quienes confiesen crímenes
atroces "contribuiría" a que "los máximos responsables de
atrocidades masivas eludan completamente la prisión, y de ese
modo se privaría a las víctimas de cualquier medida de justicia
que mínimamente respete el sentido de ese valor universal". Al respecto, el alto comisionado para la Paz, Sergio
Jaramillo, respondió hoy que entendía la labor de las
organizaciones como Human Rights Watch o la Procuraduría
colombiana pero lamentaba que crearan "espantapájaros" con
quienes pelear. "Como organización de Derechos Humanos tiene que estar
vigilantes, ese es su trabajo, pero a mí si me parece que se
están inventando, y el Procurador también, espantapájaros con
los cuales pelear sobre la base de especulaciones", dijo
Jaramillo, quien participó de la rueda de prensa junto a de La
Calle. El jefe negociador del gobierno desmintió que el acuerdo
alcanzado el jueves anterior con las FARC sea de "impunidad"
como lo han manifestado esos sectores opuestos a la paz o a la
negociación. "No es un acuerdo de impunidad, cumple con los requisitos
nacionales e internacionales. Los estándares son los de
investigar, juzgar y sancionar y eso va a ocurrir. La
caracterización, los detalles de la penas corresponden a la
soberanía de cada Estado", subrayó de La Calle, al recordar
presiones que al respecto han hecho juristas internacionales. De la Calle recordó que el esquema de justicia que se
aplicará a guerrilleros, pero también a militares que quieran
ser juzgados por el Tribunal que se creará para tal fin, solo va
a amnistiar aquellos delitos que no sean crímenes de guerra o de
lesa humanidad.
YK7/MRZ
28/09/2015 19:36
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