Por Alberto Ferrari
BUENOS AIRES, (ANSA)- El colombiano Fernando Vallejo,
radicado en México desde hace décadas, retorna a su país natal
para reconstruir en "Llegaron!" su infancia en una Medellín
todavía pueblerina y sin signos de la violencia del narcotráfico
que borraría aquel pasado de veranos bucólicos y paseos entre
colinas. Vallejo, un escritor con una relación traumática con su país,
a veces virulento como sus novelas precedentes, en "¡Llegaron!",
se impone otra mirada más melancólica - aunque siempre crítica -
de aquella sociedad colombiana que desconocía el crimen, el
secuestro y en donde las rivalidades, algunas familiares, no se
resolvían a punta de pistola. A los 73 años, Vallejo tiene lectores fieles que celebran
cada una de sus novelas, pero difícilmente consiga que los
colombianos lo incorporen al panteón de sus autores nacionales,
pues la crueldad suele ser lacerante para sus compatriotas. "En Colombia al que se descuida se lo lleva la corriente: lo
atracan los curas de la Iglesia, ávidos de herencias, Allá
vivimos a la defensiva en medio de rapaces", sostiene en su
novela editada por Alfaguara para América Latina.
Desde el monólogo que Vallejo construye como estructura del
relato, se pregunta :Y qué es eso que llaman con tanto fervor
Colombia?.Un país acaso en el concierto de naciones?. Sí, si se
puede llamar país a una chusma carnívora y paridora, cristiana y
futbolera".
Desde la Ciudad de México, donde está radicado desde hace 45
años, Vallejo emprendió este viaje literario al pasado hasta la
finca de Santa Anita, a ocho kilómetros de Medellín, entre
Envigado y Sabaneta, donde la familia arribaba después de un
trajinante viaje en automóvil, un privilegio de su padre en un
entorno de caminos de tierra y carretas. En el relato hay abuelas, tías, viajes hasta la costa de
Cartagena para conocer el mar, los barcos a vapor del Río
Magdalena, olores y sabores de la tierra y la selva que rodeaban
aquella finca donde en verano se encontraba con sus primos. "Llegaron!" incorpora, como era de esperar de Vallejo, una
lectura crítica y mordaz de aquellos políticos de apellidos
ilustres que se repartían el poder entre el Partido Conservador
y el Partido Liberal, expresión de una aristocracia en
decadencia que encontraría su derrumbe definitivo cuando el
narcotráfico se apoderó de algunos resortes del Estado. El escritor colombiano alcanzó fama internacional con "La
Virgen de los sicarios" galardonada como mejor película en la
edición 2000 del Festival de Venecia. También escribió las novelas "El desbarrancadero", "Los
caminos de Roma", "La Rambla paralela", "Casablanca la bella",
donde ya habían aflorado recuerdos familiares traumáticos y
ajustes de cuentas con los colombianos, y los ensayos "la
tautología darwinista", "Manualito de Imposturología física",
"La puta de Babilonia" y "Peroratas".
Vallejo además de escritor, estudió filosofía en la
Universidad de Bogotá y se graduó de director de cine en el
Centro Experimental de Cinematografía de Roma, etapa de su vida
que parece recordar con mejores recuerdos que su residencia en
Colombia.
AEF-ADG/MRZ
14/11/2015 18:11
|