Por Francisco Forteza
(ANSA)- LA HABANA, 4 DIC - El diálogo colombiano en La
Habana, de continuas altas y bajas, se realiza en medio de
fuertes polémicas mientras trata de ganar más dinamismo para
llegar a la paz en marzo próximo, tal como se ha propuesto. "Seguimos en La Habana trabajando con fuerza, creemos que es
posible salir adelante, cada vez estamos más cerca de un pacto,
hemos avanzado en el tema de víctimas, confiamos en que pronto
daremos buenas noticias a los ciudadanos", afirmó el principal
negociador del gobierno, Humberto de la Calle, en un mensaje
divulgado en Bogotá en las últimas horas. No obstante el optimismo oficial, el diálogo penetró en
polémicas que a "simple vista" parecen duras de superar, una de
ellas la referida a propuestas antagónicas de ambas partes sobre
zonas para los guerrilleros donde estos se "sumen" a la vida
civil, tras dejar las armas.
El tema se relaciona de una manera u otra con los ítems más
candentes aún por resolverse sobre la mesa de las conversaciones
del Palacio de las Convenciones de La Habana, como son un cese
al fuego bilateral, el propio desarme y la manera en la cual los
insurgentes volverán a la vida civil tras un conflicto de medio
siglo que dejó detrás no solo muertes y víctimas sino también
"culpables" en ambos bandos. Sobre las zonas, en octubre pasado el presidente Juan Manuel
Santos afirmó que para establecerse un alto al fuego bilateral
debe acordarse con anticipación la concentración de la guerrilla
de las FARC en determinadas zonas.
Según las declaraciones entonces de Santos "si no se
concentran, pues no se puede administrar el cese al fuego con
efectividad porque hay otros grupos de violencia que hay que
combatir". También pidió a ambas delegaciones de paz en La
Habana que expandieran su esfuerzo común para iniciar 2016 con
esa tregua. El gobierno, no obstante, reaccionó esta semana con un
rechazo terminante a las propuestas guerrilleras sobre esas
zonas. "Los famosos "Terrepaz" hacen parte únicamente del
imaginario de las FARC", dijo en la capital cubana el lunes el
general retirado del Ejército Jorge Enrique Mora, uno de los
negociadores oficiales, refiriéndose a la propuesta insurgente. Un punto clave de lo que quieren las FARC en ese sentido es
que tales zonas especiales en donde residirían exguerrilleros y
sus familias tras la firma de la paz, sean desmilitarizadas. El
general Mora estimó que significarían un intento de "fragmentar"
Colombia.
Al defender nuevamente el jueves sus "territorios Francos de
Convivencia", la agrupación subrayó que "no estamos en este
proceso para dividir el país ni para hacer entrega de
territorios ingobernables", expuso un comunicado leído por el
negociador principal de los guerrilleros Iván Márquez. Márquez Garantizó que en tales áreas habrá relaciones con el
sector privado, podrán residir incluso paramilitares y habrá
función policíaca. La polémica, no obstante, se mantiene como
"Espada de Damocles" sobre los negociadores porque podría
prolongar el tiempo trazado hasta el 23 de marzo para el
establecimiento de un tratado pacífico, según expertos. Estas conversaciones que cumplieron tres años el pasado
noviembre lograron tratados sobre la situación rural colombiana,
programas antidrogas y la participación política de las FARC,
que están pendientes para su vigencia de la firma del tratado
final. El diálogo estará en receso breve hasta el día 10
próximo.
BY2/ACZ
04/12/2015 20:19
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