Por Francisco Forteza
LA HABANA, 13 (ANSA)- Cuba y Estados Unidos demostraron la
decisión de tratar graves diferencias y "buscar soluciones" para
resolver algunas en un plazo "razonable" con la aprobación sin
precedentes de una amplia agenda de discusiones bilaterales.
La escabrosa misión fue trazada en una agenda, la primera que
preparan los dos países en un "deshielo" de sus relaciones, por
labores de una comisión bilateral, un mecanismo anunciado por
ambos gobiernos a mediados de agosto pasado. Los negociadores integrantes de ese órgano acordaron el
viernes en La Habana "la agenda de temas que serán abordados en
una fase iniciada tras el restablecimiento de las relaciones
diplomáticas entre ambos países", el 20 de julio último, un
proceso ya descrito por ambas partes como "complejo y
prolongado". Los asuntos sobre los que comenzarán a discutir "en los
próximos meses" los dos países van desde áreas de "beneficio
mutuo" como la protección del medio ambiente y la prevención del
tráfico de drogas y de personas, hasta asuntos que serán
seguramente una verdadera pesadilla para resolver. Entre estos últimos están "las compensaciones por los daños
humanos y económicos causados al pueblo cubano por las políticas
aplicadas por distintos gobiernos de los Estados Unidos a lo
largo de más de 50 años y por propiedades estadounidenses"
nacionalizadas por la revolución encabezada por Fidel Castro y
que triunfó el 1 de enero de 1959, según explicó un comunicado
cubano emitido tras la reunión.
En este aspecto cada una de las naciones tiene calculada
cifras multimillonarias y muy distantes entre sí. Ambas delegaciones también decidieron incluir en la agenda
temas como los derechos humanos y la trata de personas que han
sido ejes del largo conflicto de casi 60 años que han sostenido
los dos países como la trata de personas y los derechos humanos. En declaraciones a periodistas, la jefa de la representación
diplomática cubana en estas conversaciones, Josefina Vidal,
mencionó que los temas fueron divididos en tres grupos de
acuerdo con su grado de posibilidad de progreso.
En el último y más escabroso grupo están los derechos humanos
y la devolución de la Base Naval de Estados Unidos en
Guantánamo, en pleno territorio cubano. Que se recuerde, y pese a analizar y conseguir algunos
acuerdos en las más de cinco décadas de conflicto que aún sigue
vigente, en asuntos como el movimiento migratorio ilegal y la
fundación de oficinas de intereses en cada capital en la década
de los años 70, la agenda acordada por la comisión no tiene
precedentes por su amplitud y nivel de dificultad. La comisión, además de aprobar una agenda sobre temas
múltiples en diversos campos y rangos, programará reuniones
periódicas con el claro fin de no permitir que el "deshielo" o
normalización de relaciones bilaterales, entre en decadencia por
inmovilidad. Paralelamente al parecer seguirán "andando" acciones que de
alguna manera vulneran la hermeticidad del viejo embargo de
Washington sobre la isla, entre ellas el aumento de viajes de
estadounidenses a Cuba, aviones comerciales y cruceros, la
exclusión aún muy modesta de algunas firmas y personas de la
"lista negra" del Departamento de Estado por comerciar con Cuba. Asimismo acuerdos de colaboración entre bancos y sobre
comunicaciones, entre otros.
BY2/ACZ
13/09/2015 16:26
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