LA HABANA, 20 (ANSA) - El Papa Francisco dijo hoy ante
alrededor de medio millón de personas que asistieron a la misa
que brindó en la Plaza de la Revolución en La Habana que "nunca
el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que
se sirve a las personas". "Este hacernos cargo por amor no apunta a una actitud de
servilismo, por el contrario, pone en el centro de la cuestión
al hermano: el servicio siempre mira el rostro del hermano, toca
su carne, siente su proximidad y hasta en algunos casos la
"padece" y busca su promoción", destacó Jorge Mario Bergoglio. "Por eso -subrayó- nunca el servicio es ideológico, ya que no
se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas". Este fue un momento clave del discurso de Francisco, a cuya
misa -la primera que oficia en Cuba en su viaje pastoral que
terminará martes- asistieron el presidente cubano, Raúl Castro,
el arzobispo de la capital, cardenal Jaime Ortega, y otras
personalidades, entre estas la presidenta de Argentina, Cristina
Fernández de Kirchner. El pueblo de Cuba, dijo por otra parte el Pontífice, "tiene
gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas. Es un
pueblo que camina, que canta y alaba. Es un pueblo que tiene
heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos
abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de
grandeza como sembraron sus próceres". "Hoy los invito a que cuiden esa vocación, a que cuiden estos
dones que Dios les ha regalado, pero especialmente quiero
invitarlos a que cuiden y sirvan, de modo especial, la
fragilidad de sus hermanos", dijo, tras invitar a los presentes
a no descuidar "proyectos que puedan resultar seductores, pero
que se desentienden del rostro del que está a su lado". Antes de llegar a la Plaza de la Revolución, Bergoglio detuvo
varias veces el recorrido en el Papamóvil para poder saludar a
la gente que se le acercaba. Tras la misa, el Papa Francisco visitó al ex mandatario Fidel
Castro en su domicilio, quien lo recibió rodeado de sus
familiares, destacó luego a la prensa el portavoz del Vaticano,
padre Federico Lombardi, que calificó ese momento como familiar
y cordial.
Ambos tuvieron un intercambio de presentes. El Papa le
obsequió a Castro "algunos libros", narró Lombardi, en
particular, la edición en español de "Nuestra boca se abre a la
sonrisa" (cita de un salmo) del sacerdote italiano Alessandro
Pronzato, experto en catequesis, en la Biblia y en la
divulgación teológica.
Un texto en otras palabras sobre el valor del humor y la
alegría en relación a la fe.
El otro volumen fue "Evangelios incómodos", una colección de
discursos y prédicas, también con grabaciones de voz en CD, del
padre Armando Llorente, maestro del propio Fidel Castro en el
colegio de los jesuitas de Belén.
El Papa finalmente donó su encíclica "Laudato si" y su
exhortación "Evangelii gaudium". Por su parte, Castro homenajeó al pontífice con el libro del
teólogo y político brasileño Frei Betto, "Fidel y la religión".
En el volumen, Castro escribió una dedicatoria: "Para el papa
Francisco, en ocasión de su visita a Cuba, con admiración y el
respeto del pueblo cubano".
BY2/MRZ
20/09/2015 23:25
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