Por Francisco Forteza
LA HABANA, 26 (ANSA)- Cuba sufre un proceso de
desertificación que afecta al 14% de su territorio, pero una
grave sequía que detuvo las lluvias de 2015 en todo el país hace
temer a los científicos de que seguirán las pérdidas de tierras
cultivables. Mientras se acerca el fin de septiembre, un mes de buenas
precipitaciones en la región del mar Caribe donde está el
archipiélago cubano, la prolongada seca solo se ha roto
esporádicamente. En Cuba, el elemento que más varía en el clima, es la lluvia.
El acumulado medio anual de la lluvia es de 1.375mm. En la mayor
parte del territorio. El año se divide en dos períodos
estacionales, el período lluvioso de mayo a octubre y el poco
lluvioso, de noviembre a abril. Los meteorólogos han observado que la situación extrema de
este año en cuanto a la seca se debe al surgimiento del fenómeno
El Niño, en el Océano Pacífico, que cuando se activa modifica no
solo el clima de la región sino de una buena parte del mundo.
Sin embargo, los estudios sobre el cambio climático reflejan que
las secuelas que este causa vinieron "para quedarse". Para octubre próximo representantes de este país anunciaron
que se proponen asistir a una conferencia en Turquía auspiciada
por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la
desertificación.
Un estudio que llevarán a esa cita y cuyos fragmentos fueron
publicados por la prensa local ahora, expone que el proceso de
erosión de las tierras cubanas se agrava.
Tal proceso tiene como elementos impulsores la deforestación,
el establecimiento inadecuado de cultivos y plantaciones, el
manejo deficiente de las tecnologías de explotación agrícola y
de las áreas bajo riego, entre otras causas. Con ayuda de entidades internacionales, el estado cubano está
aplicando un programa para combatir la desertificación en
alrededor de 3.000 hectáreas en el extremo este nacional, entre
estas Guantánamo. Según especialistas vinculados a ese proyecto, se ha logrado
detener la expansión de la degradación y erosión de esos suelos
a partir de métodos que usan la fertilización con materia
orgánica, canales de drenaje y acumulaciones del agua para el
riego.
Esa lucha debe ser persistente porque de acuerdo con el
análisis cubano "el cambio climático provoca el aumento del
albedo de la superficie terrestre y disminuye la tasa actual de
evapo-transpiración, modificando el equilibrio energético en la
superficie y la temperatura del aire contiguo, lo cual añade
polvo y dióxido de carbono a la atmósfera". No solo Cuba sufre este grave problema. Según la ONU la
sequía y la desertificación amenazan la sobrevivencia de más de
1.000 millones de personas en más de 110 países. En América Latina y el Caribe, la conversión anormal de
tierras cultivables en desierto se torna más rápida. Esa región
en conjunto tiene una superficie de 20,18 millones de km2, de
los cuales un 25% corresponde a tierras áridas, semiáridas y
subhúmedas secas, según un estudio divulgado por Internet.
Unas 378 millones de hectáreas tienen ya serios problemas de
degradación.
BY2-ADG/MRZ
26/09/2015 20:53
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