Por Francisco Forteza
LA HABANA, 30 (ANSA)- Casi al año de anunciar el "deshielo",
Cuba y Estados Unidos hablan hoy en Washington de sus graves
problemas migratorios, mientras que una crisis de 4.000 cubanos
varados en Costa Rica sigue su curso. Los complejos problemas migratorios bilaterales no se han
podido resolver por décadas pese a las negociaciones bilaterales
desde 1959, y que se lograron acuerdos desde 1984, aunque
cancelados en su momento. Los vigentes actualmente se
establecieron en 1994 y 1995 para lograr una migración "segura,
legal y ordenadora".
El contacto de hoy en Washington "revisará la marcha de los
acuerdos suscritos" en esos años, y "dialogará sobre la
cooperación en el enfrentamiento al flujo ilegal de seres
humanos", según una nota oficial de la cancillería cubana. Los cubanos anunciaron que reiterarán su rechazo a la Ley de
Ajuste Cubano y a otras normativas norteamericanas vinculadas
como la política de pies secos-pies mojados y el Programa de
Parol para Profesionales Médicos Cubanos, "alternativas que
estimulan la emigración ilegal hacia Estados Unidos", estimaron. Los "pies secos-pies mojados" se refieren a que Estados
Unidos devuelve a Cuba a los su territorio por cualquier vía. Cuba "también insistirá en que tales políticas convierte a
las personas que salen legalmente de nuestro país en víctimas de
redes de traficantes y del crimen organizado, problemática que
en la actualidad afecta a los cientos de cubanos que se
encuentran varados en Costa Rica y en otros estados de la
región". La Ley de Ajuste aprobada en la década de los años 60 por
Washington califica a los cubanos ilegales que llegan como
"perseguidos políticos" y está intacta desde entonces.
La Habana acusa a Washington de actuar como "canto de sirena"
sobre los isleños, al autorizarles la entrada a ese país, como
única excepción entre ilegales de todo el mundo. En enero de 2015, casi tres meses después de anunciarse el
deshielo, los dos gobiernos trataron sus "diferencias sobre
aspectos de las políticas migratorias".
En esa ocasión, el subsecretario norteamericano adjunto para
Sudamérica, Edward Alex Lee, reiteró que la ley de ajuste "sigue
guiando" la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba.
La parte cubana, encabezada por su principal negociadora
Josefina Vidal, reiteró su repudio a la legislación porque,
estimó, "va contra la letra y espíritu de los Acuerdos
Migratorios" del 94 y 95, y "continúan siendo el estímulo
principal a la emigración ilegal, al tráfico de emigrantes y a
las entradas irregulares a Estados Unidos desde terceros países"
de cubanos. Hoy, cuando alrededor de 4.000 ciudadanos de Cuba esperan,
varados en Costa Rica, seguir su camino hacia Estados Unidos,
los dos países no tienen -todo parece indicar- una posición
común para enfrentar ese conflicto pese a que el tema es un
verdadero reto al "deshielo"
Esta oleada masiva no es la primera que se produce de Cuba a
Estados Unidos.
En 1959, 2.979 salieron en barcos desde Camarioca, una
localidad de la provincia occidental de Matanzas, que llevó a un
"puente aéreo" con por el que se fueron 260.000 cubanos.
El de 1980 por el puerto de Mariel, fue de alrededor de
125.000 emigrantes, y en 1994, cuando surgió otra oleada,
salieron 33.000. Esos movimientos de migrantes ilegales causaron
por décadas tensiones bilaterales, incluso sugerencias de un
estallido bélico.
BY2/MRZ
30/11/2015 17:49
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