Por Francisco Forteza
(ANSA)- LA HABANA, 4 ENE - El complejo camino que se abre en
2016 en el "deshielo" de Cuba y Estados Unidos presenta dos
grandes desafíos: la caída del embargo de Washington y una
visita a la isla del presidente Barack Obama, según pronósticos
considerados muy optimistas. Las "señales" que "leen" los especialistas más positivos son
varias. El domingo llegó a La Habana Terry McAuliffe, gobernador
del estado de Virginia, encabezando una "misión política y
comercial que durante tres días buscará nuevos espacios de
intercambio económico y social", con Cuba, anunciaron medios
estatales cubanos, entre estos la Radio Habana Cuba.
"Impulsar la exportación de productos agrícolas de Virginia,
promover vínculos más estrechos en el transporte marítimo, la
educación superior y las bellas artes, están entre los objetivos
de McAuliffe", expuso. La agenda del cuarto gobernador que visita Cuba en el último
año incluye un encuentro con Rodrigo Malmierca, ministro de
Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, la inauguración de
un foro de negocios bilateral en un hotel de la ciudad y una
visita a la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un área a unos
45 kilómetros al oeste de La Habana que ofrece facilidades al
capital extranjero.
McAuliffe es un integrante firme de un creciente grupo de
políticos de Estados Unidos muy influyentes que quieren ver
desaparecer el embargo lo antes posibles. Estudios publicados en
la prensa norteamericana en diciembre aseguran que crece el
apoyo en el congreso en Washington a la caída del bloqueo, tal
como describen los cubanos al embargo. En la misma línea optimista el diario nacional cubano
Juventud Rebelde, subrayó el fin de semana que Obama "tiene en
su agenda" anual "a países latinoamericanos, entre ellos
Argentina, Cuba y Colombia".
El periódico cubano citó así al The New York Times. "A
mediados de diciembre, Obama dejó claro que desea visitar el
país (Cuba NDR) antes de abandonar el cargo el próximo año",
divulgó el Times. El domingo, la televisión estatal cubana ofreció un amplio
reportaje en el cual participaron personalidades cubanas de
relieve que elogiaron los lazos culturales e influencias mutuas
en ese sector e incluso en la historia entre las dos naciones,
cuyos gobiernos fueron "enemigos irreconciliables" por casi 60
años.
Los expertos más negativos sostienen que el "deshielo" va
lentamente y que el embargo podría resistir indefinidamente si
llega el fin del mandato de Obama y ocupa la presidencia en
2017 otro mandatario "sin afinidad" con las nuevas relaciones
cubano-estadounidenses. Sobre la visita de Obama subrayan que si esta incluye
reuniones del presidente con opositores cubanos, ilegales en la
isla, no se producirá. El presidente Raúl Castro subrayó durante
la última sesión del parlamento cubano en 2015 que Cuba no
aceptará nunca imposiciones que dañen su soberanía interna. Otros especialistas en la situación que se consideran a sí
mismos como "objetivos" creen que ambos gobiernos están
decididos a continuar con su difícil diálogo, haciéndolo
invulnerable a acontecimientos inesperados que puedan dañarlo.
También estiman que incluso a un nuevo gobierno
estadounidense que no apoye el "deshielo" le será muy complicado
retrotraer las relaciones entre los dos países a los tiempos de
la "guerra fría", sin las circunstancias internacionales
explosivas que lo iniciaron en la década de los años 60.
BY2/MRZ
04/01/2016 16:22
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