Por Francisco Forteza
(ANSA)- LA HABANA, 16 MAR - Es visible la ansiedad entre los
amantes del béisbol en Cuba por el partido entre un equipo de
Grandes Ligas y una selección nacional al que asistirá el
presidente de Estados Unidos, Barack Obama. "Cuba entera quisiera asistir a ese partido y eso no es
posible. Por tanto, las entradas se distribuirán por
invitaciones", explicó hoy Higinio Véliz, Comisionado Nacional
del Béisbol de Cuba, en diálogo con los periodistas.
Uno de los pocos puntos conocidos de la agenda en Cuba del
presidente estadounidense es que asistirá al partido del Tampa
Bay Rays frente a la selección nacional el 22 de marzo, en el
estadio Latinoamericano de La Habana.
No se ha confirmado si Obama lanzará "la primera bola" de ese
juego de exhibición, una tradición en las ceremonias
beisboleras. Hoy, en una visita de la prensa al mayor estadio de Cuba, sus
administradores aseguraron que los trabajos de restauración de
las instalaciones, terminarán antes del arribo histórico de
Obama, previsto para el día 20. Todas las autoridades beisboleras cubanas que hablaron con la
prensa hoy dejaron en claro que esos trabajos en el estadio no
fueron hechos sólo para "recibir" a Obama, cuya visita es la
primera de un presidente estadounidense en casi 90 años, sino
que forman parte de un programa de rutina planeado hace años. Antonio López, vicepresidente del estatal Instituto Nacional
de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), sí descató
que se hicieron algunas obras que solicitaron los especialistas
de las Grandes Ligas, como la instalación de una "jaula de
bateo", que usan los jugadores para sus entrenamientos. El funcionario reveló que el estadio también se prepara para
ser sede próximamente de una Serie del Caribe, que organizan
también las Grandes Ligas y a la cual Cuba "ingresó" nuevamente
hace tres años, tras medio siglo de ausencia. El "Latinoamericano", como lo llaman los cubanos, fue
construido en 1946 para albergar no sólo a la entonces
profesional "pelota" cubana, sino también partidos de exhibición
y entrenamientos de equipos de Estados Unidos.
En 1961, en pleno conflicto con Washington, dejó de existir
en Cuba todo el deporte profesional y los equipos de Grandes
Ligas dejaron de venir. El juego Cuba-Tampa Bays Ray no será el primero de su clase
desde que ambas naciones rompieron relaciones.
En 1999 los Orioles del Baltimore, también de las Grandes
Ligas estadounidenses, jugaron en La Habana contra el team Cuba
en presencia del entonces presidente Fidel Castro y del ex
mandatario estadounidense James Carter. "Yo vi el partido de los Orioles con Cuba. Nos ganaron 3
carreras por 2 en 11 inings", recordó en diálogo con ANSA
Reinold Guanche, quien dijo estar "ansioso" por ver el juego con
Tampa Bay.
"Creo que está bien que Obama venga a Cuba, pero yo soy un
tipo que ama el béisbol", agregó. "Quizá me inviten", auguró
Guanche.
BY2/MRZ
16/03/2016 22:00
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