Por Francisco Forteza
(ANSA)- LA HABANA, 21 MAR - La intensa jornada de este lunes
para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, terminó en
La Habana con una cena de Estado que le brindó el gobierno
cubano en el Palacio de la Revolución, su sede. Esa fue la única ceremonia de la agenda del gobernante
demócrata en la isla a la que no tuvo acceso la televisión
local. Obama y la Primera Dama, Michelle, tuvieron como menú
mousse de camarón, sopa sazonada con ron, y el tradicional cerdo
con arroz y plátanos fritos, todos platos, y bebida,
considerados en la isla como ciento por ciento nacionales. Se
ofrecieron a los invitados, excelentes habanos, según una fuente
de la prensa estadounidense. Sin embargo, es presumible que la familia Obama ya había
probado la comida cubana, cuando visitaron la noche del domingo
un restaurante privado o Paladar, como llaman los cubanos a esos
negocios, en la parte más antigua de La Habana. El presidente dijo además a una cadena de televisión
estadounidense, la ABC News, que no se opone a una reunión con
el ex presidente Fidel Castro, de 89 años, quien dejó todos sus
cargos cuando enfermó gravemente en julio de 2006, pero que al
mejorar se ha dedicado a escribir, a recibir personalidades que
visitan Cuba y a actividades relacionadas con la ciencia. Sin embargo, antes de este viaje histórico del primer
presidente estadounidense que llega a la isla desde 1928, la
Casa Blanca descartó ese encuentro. El día de Obama comenzó hoy cuando colocó una ofrenda floral
en honor al prócer cubano José Martí, a quien dedicó un
respetuoso mensaje en el monumento en su memoria en la Plaza de
la Revolución. Minutos después de esa ceremonia, fue bienvenido oficialmente
con una ceremonia protocolar en el Palacio de la Revolución que
presidió Castro. Después ambos mandatarios se reunieron de
manera privada por mas de dos horas. Un momento de clímax para el presidente estadounidense fue un
encuentro con la prensa junto a Castro, durante el cual ambas
personalidades establecieron de manera muy franca sus puntos de
vista.
Coincidieron no obstante en que el "deshielo" seguirá
avanzando pese a antagonismos firmes para cada cual. Obama, muy relajado, dijo que tuvo con el presidente Castro
una conversación sobre derechos humanos y democracia, temas en
los que difieren. Subrayó, sin embargo, el derecho cubano a
"decidir su futuro" y de ser "orgullosos" con su patriotismo. Aseguró que puede tener con Cuba un "diálogo siempre que sea
constructivo" porque ello "mejora la vida de nuestros pueblos". Otro compromiso hoy del mandatario demócrata fue el de
asistir a un foro con empresarios estadounidenses,
cubano-estadounidenses y cubanos, entre estos últimos dueños de
pequeños negocios. Pidió a Cuba ayudar a los pequeños empresarios con la
creación de "mercados al por mayor para su abastecimiento" y
otras medidas que los favorezcan.
BY2/ACZ
22/03/2016 12:29
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